
El descubridor de la criatura es el profesor Mark Benfield, de la Universidad del Estado de Louisiana, en Baton Rouge (EE.UU.). Según explica la cadena televisiva BBC, el investigador operaba un vehículo a distancia con cámaras de vídeo para explorar el fondo del océano en mayor detalle, como parte de un estudio entre biólogos marinos y compañías energéticas en aguas del sur de México, llamado «Proyecto serpiente», cuando notó que las cosas no iban como debían ahí abajo. Algo se había adherido al equipo submarino. La sorpresa de los biólogos fue mayúscula cuando comprobaron de qué se trataba.
La filmación permite observar el color rojizo de la medusa a profundidades que van desde los 996 metros a los 1.747. Sus brazos carentes de tentáculos pueden ser utilizados para envolver y atrapar a su presa, lo que explicaría por qué la medusa se aferraba al equipo submarino con todas sus fuerzas. Los científicos la consideran uno de los mayores depredadores invertebrados bajo el mar. Junto a la medusa nadaba un extraño pez, el Thalasso Bahia pelagica, que tiene una relación simbiótica con el invertebrado. Este pez tampoco había sido visto anteriormente en estas aguas.
VIDEO ACA
http://www.youtube.com/watch?v=p2NLFKPnxfo