CREO QUE ES BASTANTE INTEREZANTE
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CREO QUE ES BASTANTE INTEREZANTE
HASLO TU MISMO
Aislar térmicamente el acuario aporta múltiples beneficios, entre los que podemos citar:
• Menores oscilaciones de la temperatura, ya que la pérdida de calor es más lenta.
• Menor impacto de los cortes de fluido eléctrico. Los acuarios aislados mantienen más tiempo su temperatura.
• Menor consumo energético ya que el termocalentador funcionará menos. Esto produce un ahorro de electricidad.
• Mayor duración del termocalentador, debido a su menor funcionamiento y a que se activa con menos frecuencia.
• Temperatura más homogenea en todo el acuario, al disminuir los puntos de enfriamiento y la necesidad de calentamiento.
• Mayor eficacia de los dispositivos de enfriamiento. Recordad que no sólo se aisla el frío, sino también el calor.
• Las oscilaciones de temperatua entre el día y la noche durante el verano son menores y más lentas.
• Menores tensiones en el vidrio del fondo, al tener un asiento más uniforme y menores diferencias de temperatura.
• Mejor crecimiento de las plantas acuaricas. El sustrato estará a una temperatura parecida a la del agua, evitando los "pies fríos".
Por todos estos motivos, considero que aislar los acuarios es fundamental, sobre todo teniendo en cuenta el poco dinero que cuesta y lo sencillo que es hacerlo.
Materiales
Para aislar el acuario podemos usar diferentes materiales, de los que habitualmente se utilizan en construcción. Todos ellos pueden ser encontrados fácilmente en tiendas de material de construcción o de bricolaje.
• Corcho prensado. Se vende en placas para recubrir suelos o paredes, habitualmente barnizado por una cara. Es buen aislante térmico y tiene un bonito aspecto exterior.
• Poliestireno expandido. Se vende en planchas de color blanco, por lo que también es conocido como corcho blanco. Buen aislante térmico y muy barato.
• Poliuretano de alta densidad. De consistencia bastante dura, viene en forma de planchas de diferente color según el fabricante, rosa, azul, verde. Es la mejor solución, aunque un poco más cara.
• Fibra de vidrio. Una esponja de color amarillento. No la debemos usar, ya que las fibritas que desprende son cancerígenas.
Aislar el fondo
Lo primero a aislar es el fondo del acuario. Para ello cogemos una plancha de poliestireno expandido de 3 cm de grosor, de poliuterano de alta densidad de 2 cm de grosor o de corcho prensado de 0,7 cm de grosor. La colocamos sobre el mueble, y después ponemos el acuario encima (mover el acuario siempre sin agua). Una vez lleno el acuario notaremos como los materiales, sobre todo el primero disminuye bastante su grosor. Finalmente con una cuchilla cortamos la parte que sobresalga.
Aislando el fondo evitaremos tensiones sobre el vidrio e importantes pérdidas de calor, quedando el aislamiento bastante disimulado. Además la temperatura del sustrato será más alta, lo cual favorecerá el crecimiento de las plantas.
Aislar los laterales
Se deben aislar todos los laterales posibles, cuantos más, mejor. Mi recomendación es aislar todos los que no sean visibles.
Para asilarlos podemos usar cualquiera de los materiales descritos anteriormente. En caso de usar poliuretano, usar planchas de un grosor de al menos 2cm.
El procedimiento es simple. Cortamos con una cuchilla las planchas al tamaño adecuado, y las fijamos a los laterales mediante papel celo (cinta autoadhesiva). No debemos usar pegamentos que contengan disolventes, ya que destruirían rápidamente el poliuretano.
GRAVILLA PARA TU ACUARIO
Seguramente te habrás preguntado muchas veces si cierta gravilla que has encontrado es adecuada para tu acuario. Aquí aprenderas a discernir cuál es la adecuada y cómo prepararla.
Escogiendo la gravilla
El suelo ideal debe estar constituido por gravilla con un granulado de un diámetro entre 2 y 6 mm. La arena fina, se compacta y dificulta el paso de las raíces. Un sustrato muy compactado puede dar lugar a una mala oxigenación pudiendo pudrirse los compuestos orgánicos presentes en él. Un sustrato muy grueso puede impedir que las plantas enraicen bien.
Para los peces que viven en el fondo, el sustrato ha de ser redondeado para no producirles heridas cuando excaven en el fondo.
La gravilla no puede ser caliza o tener restos de conchas, eso se averigua con agua fuerte o salfuman (ácido clorhídrico o muriático), si produce burbujas se debe desechar. Por supuesto tampoco ha de contener metales, una gravilla demasiado pesada u oxidada también debe ser desechada. La ideal es cuarcita o arena gruesa de río.
Respecto al color has de saber que a los peces tímidos les disgusta el fondo blanco o muy claro. Un fondo oscuro hará que tus peces se sientan más cómodos y resaltará su colorido. Además, un fondo claro daría una sensación de descuido pues la suciedad, que es inevitable, resaltaría muchísimo. Finalmente desaconsejamos fondos de colores chillones que dan un aspecto antinatural.
Preparación de la gravilla
Una vez localizada la arena se debe desinfectar para eliminar los organismos patógenos, en especial si la arena proviene de un río. También es necesario ponerla en un baño de ácido para que disuelva los pequeños restos orgánicos, metálicos y calcáreos. Para ello la pondremos 24 horas en una disolución de 1 parte de agua y una de salfuman. El salfuman, tambien llamado agua fuerte, se puede encontrar fácilmente en cualquier supermercado y resulta muy barato. Es importante realizar esta operacion en un lugar bien ventilado, pues los gases desprendidos son muy irritantes.
Una vez desinfectada hay que aclararla con agua abundante para eliminar cualquier suciedad, restos orgánicos y el ácido. Llena de gravilla la tercera parte de un cubo y añadele agua, remueve y tira el agua. Repite el proceso cinco veces, continuando en caso de que el agua no quede cristalina Después de remover.
Colocación del fondo
Antes de colocar la gravilla hemos de tener colocadas las piedras de la decoración según el proceso descrito en las piedras para el acuario. Si deseas instalar un calentador de fondo ahora es el momento.
A continuación se deberá tapar completamente el fondo del acuario con gravilla. No se debe comprimir la grava, debe quedar suelta, ya se apelmazará ella sola. Para crear un bonito efecto de perspectiva el sustrato tendrá una altura de 4 cm en la parte delantera y de unos 8 cm en la parte posterior. Se puede afianzar con piedras para crear terrazas.
Para un acuario normal, necesitará aproximadamente 1 kilo de gravilla por cada 5 litros de agua. Para calcular fácilmente la cantidad necesaria usa esta aplicación: 144
SUSTRATO NUTRITIVO
Uno de los pilares más importantes para tener plantas de acuario saludables es la necesidad de proporcionarles todos los nutrientes necesarios para su óptimo desarrollo de la forma más natural posible. De ahí la elección de sustrato fértil, y no lo clásicos de cuarcita y otros materiales, que nos obligan a estar abonando continuamente nuestro acuario. Otro de los motivos de esta opción en el cultivo de las plantas, es el ahorro económico. Intentaré describir la forma más asequible, a los bolsillos de los aficionados medios, para mantener estos "acuarios naturales". No obstante, quiero aclarar que no se trata de ninguna panacea del acuarismo, sino de una alternativa económica y más natural.
Componentes del sustrato
• Humus. Podemos conseguirlo en establecimientos especializados en jardinería. Es muy recomendable que sea "ecológico", es decir, que no contenga productos químicos, ni semillas u otros patógenos. El ideal es el humus de lombriz. En este componente del sustrato se encontrara la mayor parte de los elementos necesarios para las plantas, tanto microelementos como macroelementos. La proporción nunca debe superar el 30% total, ya que el contenido en nitrógeno es elevado.
• Turba. Podemos conseguirla en establecimientos especializados en jardinería. Verificar que sea "ecológico", es decir, que no se le hayan añadido fertilizantes o pesticidas (los fabricantes suelen decir "enriquecido" En este componente del sustrato se tiene gran cantidad de microelementos, ayuda a acidificar el sustrato y a quelatar el hierro.
• Sepiolita. No es más que la arena que se suele usar para los gatos. Es importante que nos aseguremos que solo contiene sepiolita y no esta perfumada (o cosas parecidas). Presenta una capacidad alta de retener nutrientes, es rica en Ca y S por lo que presenta un pH elevado (esto lo contrarrestaremos con la turba rubia). Es un elemento que garantiza un cultivo de ciclo largo. La proporción máxima nunca debe superar el 20%.
• Vermiculita exfoliada. Se trata de un silicato de magnesio parecido a las micas. La encontraremos en establecimientos especializados en jardinería. La vermiculita presenta una gran capacidad de retención de nutrientes, por lo que juega un papel importante en el intercambio catiónico. Presenta un pH neutro. Contiene un 5-8% de K y un 9-12% de Mg asimilable. Tiene la cualidad de adsorber fosfatos y fijar el amonio. Nunca deben superar el 20% del volumen total. Un componente alternativo a la vermiculita puede ser la perlita, que se usa normalmente para la construccion.
• Arcillas comunes. Podemos usar la arcilla de manualidades o las arcillas que venden en las herboristerías con fines dermatológicos. La proporción idónea será entorno al 10 - 20%.
• Limaduras de hierro.En cualquier chatarreria puedes recoger un monton con la ayuda de un imán. El hierro es uno de los principales nutrientes de las plantas. Las limaduras se oxidaran rápidamente en el acuario permaneciendo insoluble. El óxido se quelatará lentamente por la accion de la turba, pudiendose absorver de este modo por las plantas. Un 5% es suficiente para nuestros propositos. Una alternativa es usar directamente oxido de hierro.
Preparación
El humus y la turba deben ser tamizados para eliminar los trozos más grandes de ramas. Deberemos pasarlo por un tamiz de 3mm. El humus tiende a dar un color rojizo al agua. Esto no es dañino para los peces y plantas, pero puede no nos guste esteticamente. Esto se puede evitar hirviendolo varias veces. Para este proceso utilizaremos un viejo trozo de tela. Pondremos el humus y la turba en el centro de la tela y uniremos las puntas haciendo como una especie de bolso. Lo ataremos y lo meteremos en una olla con agua hirviendo, lo dejaremos a fuego lento durante al menos media hora, y después lo dejaremos enfriar en la misma agua. Una vez terminado este proceso lo escurriremos.
La sepiolita deberemos lavarla, para eliminar el polvillo que suele traer.
La arcilla se extiende en una capa fina y se deja secar. Despues rompemos la lamina en trozos pequeños.
Proporciones
Damos la proporcion en tanto por ciento de volumen. La proporcion segerida es indicativa, podremos aumentar o disminuir las proporciones dependiendo de nuestras necesidades.
• 15% de humus.
• 20% de turba rubia de sphagnum.
• 20% de sepiolita.
• 20% de vermiculita.
• 20% de arcilla común.
• 5% de hierro.
Colocación del sustrato
Una vez que tenemos la mezcla preparada, la colocamos en el fondo del acuario, pero solo en las zonas que posteriormente van a ser plantadas. Deberá tener un espesor de un centímetro. Seguidamente dispondremos una malla plástica que cubra el fondo en su totalidad, será suficiente con una malla de 4mm. La función de esta malla es proteger el sustrato de los peces que puedan remover el fondo, y enturbiar el agua. Ahora una capa de gravilla para acuario de al menos 4 cm de espesor para que el sustrato no este en contacto directo con el agua.
LAS PIEDRAS PARA EL ACUARIO
¿Cuántas veces te has planteado si tal o cual piedra es adecuada para tu acuario?. No pages dinero por unas simples piedras. A continuación encontrarás una guía para distinguir entre rocas adecuadas o inadecuadas.
Las piedras son el elemento decorativo más importante para el acuario. Producen el efecto de perspectiva que se desea en un acuario natural y nos permiten formar terrazas con la gravilla.
Las rocas dan lugar a la creación de territorios y refugios, cosa imprescindible para mantener, en perfectas condiciones, alevines o peces territoriales.
Escogiendo las piedras
Como norma general, los distintos tipos de piedras destinadas a decorar nuestro acuario no deben ser calcáreas pues aumentarían de forma incontrolable la dureza del agua. Para averiguar si un piedra es calcárea se echan unas gotas de salfuman o agua fuerte (ácido clorhídrico). Si la superficie mojada comienza a burbujear la piedra es de tipo calizo y se debe desechar.
Las piedras de nuestro acuario tampoco pueden ser metálicas pues disolverían compuestos metálicos en el agua que resultan perjudiciales para la salud de los peces. Si la piedra pesa muchísimo en proporción a su tamaño o presenta zonas de oxidación marrón oscuro, también se debe desechar.
• Rocas adecuadas: andesita, basalto, fluorita, granito, gres rosa, pizarra, trozos de cerámica...
• Rocas inadecuadas: mármol, caliza, calcita, espato, fósiles calizos, conchas marinas...
Preparación de las piedras
Para cualquier tipo de piedra hay que tener la precaución de eliminar alguna arista excesivamente cortante. Después, se lava y cepilla enérgicamente eliminando cualquier musgo, alga o suciedad que presenten. Es una buena precaución hervirla durante 15 minutos o sumergirla durante dos horas en agua con lejía (lavandina), de esa manera eliminamos posibles agentes patógenos.
Colocación de las piedras
Colocar las rocas directamente sobre el fondo y no sobre la gravilla, pues los peces al escarbar podrían hacerlas caer, con el peligro para ellos y para el acuario. Asentarlas sobre una base de poliuterano para evitar tensiones sobre el vidrio y afianzarlas con silicona.
Las piedras han de estar colocadas formando cuevas para que los peces jóvenes puedan ocultarse, deben estar dispersas por el acuario para que los peces puedan establecer sus territorios.
Colocar piedras de aspecto similar. Eso dará una armonía y una sensación natural. La combinación de piedras de múltiples colores produce un efecto chocante y antinatural.
LA MADERA PARA EL ACUARIO
Esta es una completa guía para poder escoger y preparar los troncos más adecuados para tu acuario. No compres troncos en la tienda, es mucho más divertido y barato recolectarlos en tus paseos por el campo.
No tengas el acuario sin troncos. Los troncos y cañas son unos de los elementos decorativos de mayor importancia en el acuario. A este aspecto se une la virtud de su escaso peso. Muchos peces, como los discos, los encuentran imprescindibles en su entorno; otros como los plecos, necesitan chupar celulosa de ellos.
Tipos de tronco más adecuados
El tipo más adecuado es, indiscutiblemente, la cepa de la vid. En general, conviene huir de las maderas blandas, esponjosas o resinosas. Cuanto más podrido esté un tronco, más útil nos será evitando siempre las maderas verdes. Lo ideal es emplear troncos que hayan sido recogidos en ríos, embalses o playas. Los ideales son los que proceden de las turberas.
• Maderas adecuadas: cepas de vid, raíces de sauce, madera sumergida durante largo tiempo.
• Maderas inadecuadas: madera verde, troncos de pino, abeto, maderas muy esponjosas, maderas aromáticas, maderas artificiales, conglomerados.
• Cañas adecuadas: bambú seco, cañas de rivera (plantas palustres).
• Cañas inadecuadas: cañas aplicadas en decoración (barnizadas, teñidas, etc.), cañas recién cortadas (verdes).
Respecto a las tonalidades que pueden encontrarse, todos los troncos poseen una tonalidad pardo-rojiza oscura. Las cañas tienen colores más claros. Troncos de tonalidades diferentes deben ser rechazados, pues seguramente incorporarán tintes.
Preparación
Los troncos recogidos se deben limpiar escrupulosamente con agua y lejía (disolución comercial de hipoclorito sódico). Después hervir un par de veces lo cual, aparte de esterilizarlo, encharcará el tronco evitando que flote. Si el tronco es demasiado grande se escaldará varias veces en una bañera con el agua lo más caliente posible.
Si no están curados, la forma más completa de curar los troncos es mantenerlos sumergidos durante varios meses, hasta que ya no floten ni desprendan sustancias colorantes. En realidad, el proceso de curación consiste básicamente en pudrir las partes del tronco que sean susceptibles de ello, hasta que ya no puede sufrir ningún deterioro más, por lo que no contamina el agua del acuario ni consume oxígeno.
Respecto al polvillo que se desprende durante la manipulación de troncos curados, no debe preocuparnos. El filtro lo eliminará en pocos días sin problemas. Pueden teñir el agua con un ligero color parduzco. No nos preocupemos, desaparecerá solo en un par de meses y no molesta en absoluto a los peces.
Con las cañas debe cuidarse escrupulosamente que estén bien secas y no les queden partes verdes. Asi mismo, deben cepillarse y desinfectarse con agua y lejía.
Problemas de flotabilidad
Los troncos de cualquier origen, si están secos, flotan. Ello es debido a que los vasos conductores están llenos de aire. Al cabo de cierto tiempo de inmersión los vasos conductores se llenan de agua y los troncos se hunden hasta el fondo, proceso que se puede acelerar hirviendo o escaldando el tronco. Para evitar que floten es mejor mantenerlos sumergidos durante un tiempo hasta que queden totalmente empapados, mientras tanto, podemos fijarlos con nailon (hilo de pescar) a una piedra. Una ver sumergido el nailon sera invisible.
La cañas siendo un material más liviano no pierden nunca la flotabilidad. Para corregir este inconveniente las perforaremos por un extremo y después rellenaremos el hueco con perdigones y silicona. Es muy importante que el plomo no quede en contacto con el agua, pues deprendería sustancias tóxicas para los peces.
AMPLIAR PANTALLA
Para un acuario plantado la iluminación ideal es de al menos un vatio por cada dos litros de agua, pero la mayoría de los acuarios comerciales suelen tener la mitad de esta iluminación. Esto impide mantener las plantas acuáticas exigentes en buenas condiciones. La eterna dificultad es que no hay fluorescentes de mayor potencia y el mismo tamaño, y no cabe otro fluorescente adicional en la pantalla del acuario.
Veamos como he hecho para cuadruplicar la iluminación de mi acuario de foma sencilla y barata.
Es muy posible que la pantalla de tu acuario no sea igual a la mía, por lo que no podrás seguir los mismos pasos, pero sí tendrás una orientación de la forma adecuada de realizar el montaje.
La pantalla original
En la foto superior se puede ver la pantalla original. Podemos apreciar como sólo hay un fluorescente y aparentemente no cabe otro. El bloque negro del centro contiene el cebador y la reactancia (balastro). En los extremos del bloque negro central se pueden apreciar los enganches para los fluorescentes.
También podemos apreciar que la superficie interior es bastante mate, con lo que la luz se refleja poco y sólo sirve para calentar la pantalla. Lo ideal seria que fuera de espejo o blanco brillante.
Modificándola
En primer lugar hemos desarmado la pantalla en todas sus piezas, hemos desconectado todos los cables y hemos retirado el fluorescente y la reactancia. Parte de las piezas estaban sujetas con remaches. Para soltarlas simplemente hemos taladrado el centro del remache.
Los fluorescentes emiten la misma luz en todas las direcciones, pero nuestro acuario solo aprovecha la que va hacia abajo, es decir, la tercera parte. Por ello es muy importante tener una pantalla reflectora, que envie los dos tercios restantes al acuario. La pantalla puede ser un reflector de espejo, una chapa de alumino o pintura blanca brillante. Esto permite doblar la cantidad de luz que recibe el acuario, sin aumentar el consumo eléctrico.
Para aumentar la reflexión de la luz hemos recubierto el interior de la pantalla con papel de aluminio; el mismo que se usa para envolver alimentos. Simplemente se limpia la parte interior de la pantalla, se aplica pegamento y se pega el papel, recortando lo que sobra.
Después hemos atornillado el soporte de la reactancia por fuera, de manera que libere espacio dentro. Al final quedará en la parte trasera del acuario, con lo que no se ve. Este proceso también permite una mayor aireación, disminuyendo la temperatura de los fluorescentes y aumentado su eficacia y vida útil.
El siguiente paso consiste en separar los soportes del fluorescente, y colocarlos en el centro de la pantalla, de manera que cada soporte aguante un fluorescente. Los fluorescentes pesan muy poco, con lo que no se caerán por el hecho de tener una sola fijación.
En este caso he decidido poner dos fluorescentes de la misma potencia que el fluorescente original, el cual era de 30W. Por tanto, he de sustituir la reactancia por una del doble de potencia, en mi caso de 72W (no se fabrican de 60). También he de añadir un segundo cebador de la misma potencia que el fluorescente, que en mi caso es de 30W.
Sólo nos queda poner los portafluorescentes y cablear todo el invento. Para ello seguid el esquema que acompañamos. Procurad que los cables no toquen el fluorescente.
Para más información sobre como cablearlos, o si tenéis dudas sobre los fluorescentes a elegir, repasad el artículo La iluminación.
Pantalla para fluorescentes
Los fluorescentes son, por precio, consumo y calidad de luz, la opción más habitual a la hora de iluminar un acuario, garantizando que las plantas crezcan adecuadamente.
La pega es que los fluorescentes irradian luz hacia todas las direcciones y como el acuario esta situado debajo, se desperdicia la mayor parte de la luz. Para solucionar este problema te proponemos la realizacion de una pantalla para fluorescentes económica y facil de realizar.
Materiales
El material es sencillo de encontrar en tiendas de materiales de construcción y tiendas de elctricidad.
• Una pieza de canal de PVC. (De los que recojen el agua de lluvia de los tejados).
• Dos tapas planas para canales.
• Pintura plastica de color metálico o papel de aluminio.
• Pintura de fondo.
• Cola de contacto.
• Dos Portafluorescentes tambien llamados casquillos.
• Una base de cebador. (Existen portafluorescentes con base para cebador).
• Cable de 1.5 mm de diametro.
Construcción
Simplemente cortamos la canaleta de PVC a la medida deseada, teniendo en cuenta lo que ocupan los portafluorescentes, usando para ello una sierra de metales. Si en la tienda nos lo pueden cortar, mucho mejor.
Despues pegamos las tapas en los extremos de la canaleta. Evitaran que se escape la luz, dando un aspecto antiestético y ademas le dan solided a la canaleta.
Usando la cola de contacto pegamos los portafluorescentes. Estos son las piezas en la que va enganchado el fluorescente por los extremos. Es muy importante que esten a la distancia adecuada, por ello recomiendo pegarlo con el fluorescente puesto. Es decir, ponemos los dos portafluorescentes en los extremos del tubo y pegamos los pegamos en la parte interior de la canaleta.
Cableamos las bases entre si y con el cebador. Sacamos los cables por un orificio en el extremo porterior. No hay que olvidarse de pegar, con cola de contacto, los cables por la parte interior. Asi impedimos que toquen el fluorescente y se puedan quemar. Si no sabeis como cablearlo o teneis dudas soble el fluorescente a elegir repasar el artículo La iluminación. Recuerda poner la reactancia fuera de esta pantalla, pues el excesivo calor que desprende la estropearia.
Como el PVC refleja muy mal la luz, vamos a recubrir la parte interior con una capa reflectante. Para ello podemos usar dos métodos, que nos daran un resultado similar:
• Damos una mano de pintura base por el interior para asegurar la adherencia de la segunda capa. Una vez seco le damas tres capas de pintura niquelada dejando secar entre cada capa. La pintura niquelada la podemos comprar en spray, con lo que el resultado sera mucho mejor.
• La otra opcion consiste en pegar papel de aluminio por la parte interior. Para ello podemos usar la cola de contacto o pegamento en spray. Aseguraros de que el papel de aluminio no toca los portafluorescentes ni la base del cebador ya que provocaria un cortocircuito.
Si asi lo deseamos podemos pintar pantalla por la parte exterior y así darle el color que deseemos. Para ello darle primero una mano de pintura base. Esta pintura se adhiere muy bien al PVC y las pinturas normales se adhieren muy bien a ella. Asi evitareis que se desconche.
CONSTRUCCIÓN DE UN FILTRO DE ESPONJA
El filtro de esponja es uno de los filtros más sencillos y baratos que se pueden hacer, siendo perfectamente válido para acuarios pequeños.
Es un excelente filtro físico y funciona bien como filtro biológico. Es muy usado para los acuarios de cría, ya que la débil corriente que produce no absorbe a los alevines. Otra interesante función es para acuarios de cuarentena u hospital, ya que su pequeño tamaño y diseño permite su fácil instalación y desinstalación; Es algo así como un filtro portátil. El filtro aquí diseñado es válido para acuarios de hasta 50 litros, para acuarios mayores este tipo de filtro no es adecuado.
Materiales
La construcción no es difícil ni costosa. Todo el material necesario lo podréis encontrar fácilmente en comercios de saneamiento.
• Un tubo flexible de PVC de 5 mm de diámetro y un metro de longitud como el usado para la bomba de aire. Podéis comprarlo en cualquier tienda de material de jardinería o en tiendas de acuario.
• Un tubo rígido de PVC de 30 mm de diámetro y de 5 cm menos de largo que la altura de nuestro acuario. Podéis comprarlo en cualquier tienda de saneamientos.
• Una piedra difusora. Se puede encontrar en cualquier tienda de acuarios.
• Una esponja de poro abierto. Esta ha de tener un volumen de medio litro. Puede encontrarse en supermercados o como relleno en embalajes.
Montaje
Lo primero que debemos hacer es cortar el tubo de 30 mm de diámetro a la longitud adecuada. Esta dependerá de la profundidad de vuestro acuario, teniendo en cuenta que el filtro está situado en el fondo y el extremo superior ha de quedar unos cuatro cm por debajo de la superficie del agua. Este tubo servirá como "chimenea" para el filtro.
En este tubo mediremos la parte ocupada por la esponja, esta parte la perforaremos con todos los agujeros que podamos. Esto lo podemos hacer con un taladro. Si no disponemos de un taladro, podremos hacerle cortes con una sierra. La idea es que en esta sección del tubo pueda penetrar el agua con facilidad.
El siguiente paso consiste en hacer un orificio en el centro de la esponja, este deberá ser de un diámetro inferior a la chimenea. El orificio no ha de traspasar la esponja, ver el dibujo para hacerse una idea.
Finalmente unimos mediante el canutillo que nos sirve de conducción de aire la bomba de aire con la piedra difusora. Colocamos la piedra difusora en la parte inferior de la chimenea y colocamos la esponja en la parte inferior.
Instalación
Ahora solo queda instalar el invento en el acuario. Esto es una parte sencilla. Elegimos para ello una esquena del acuario, a ser posible que quede oculta por la decoración. La esponja debe estar apoyada en el fondo del acuario, la chimenea debe quedar sumergida a unos 4cm de la superficie.
Funcionamiento
El sistema de funcionamiento es muy simple. La bomba de aire envía aire a la piedra difusora, la cual produce finas burbujas en la parte inferior de la chimenea. Estas burbujas suben a la superficie, arrastrando el agua hacia arriba. De paso oxigenan el agua.
El resultado de este proceso es que el filtro absorbe agua por la esponja y la expulsa por la chimenea. Como vemos todo ello esta impulsado sólo por el aire. Podemos conectar el extremo de la chimenea a una bomba de agua o bien a la entrada de otro filtro, en ese caso sobraría la piedra difusora y la bomba de aire.
La función del filtrado la realiza la esponja. Esta retiene las partículas en suspensión y sirve como soporte para las bacterias que realizan el ciclo del nitrógeno.
Mantenimiento
El mantenimiento de este filtro es muy simple. Sólo necesita una limpieza periódica de la esponja a intervalos aproximados de un mes (depende mucho de la cantidad de suciedad en el acuario).
Aprovecharemos para limpiarlo durante un cambio de agua. Para ello retiramos parte del agua del acuario en un cubo. Sacamos el filtro del acuario y lo depositamos en este caldero. Estrujamos con la mano repetidas veces la esponja; veremos como el agua del cubo se ensucia y el filtro se va limpiando. Finalmente colocamos el filtro de nuevo en el acuario.
Sobra decir que el agua usada para la limpieza debe ser desechada, rellenando el acuario con agua nueva. Es aconsejable no limpiar todo el filtro al mismo tiempo. Un mes limpiar la parte inferior de la esponja, y al mes siguiente limpiar la parte superior.
Filtro con Botellas de Refresco
Este manual pretende mostrarnos la forma de construir filtros que aprovechan el uso de un aireador (bomba de aire), este filtro es usado comúnmente en acuarios pequeños de hasta 60 litros y es una variante del filtro de esponja, sumamente económica y fácil de realizar.
Los materiales
El material necesario para este montaje seguramente ya lo tienes en casa, con lo que no necesitarás comprar nada. En cualquier caso te lo detallamos:
• Una botella plástica, de preferencia de refresco. Cuanto mayor sea la botella, mejor, pero ten en cuenta que ha de quedar completamente sumergida. (Considerar una profundidad de al menos 4 cms. desde la superficie del agua a la "tapa" de la botella sumergida).
• Un trozo de hilo nylon (30 cm. serán más que suficientes).
• Una cuchilla.
• Un clavo delgado (de 2.5 cm. de largo aproximadamente).
• Un clavo grueso (de 5 cm. de largo aproximadamente).
• Alicates o tenazas.
• Fuego. De la cocina o una estufa.
Y los materiales comunes para todos los filtros de acuarios pequeños:
• La bomba de aire (Air Pump). Tambien se le conoce como motor para acuarios o aireador.
• Las mangueras para hacer las conexiones de aíre al filtro.
• Algo de gravilla o piedritas usadas en decoración de acuarios.
• Una piedra aieradora. También se le conoce como piedra difusora. La consigues en tu tienda de acuarios favorita.
• Material filtrante, grueso, es como un paño de material sintético, de uso común en filtros de esquina para acuarios. Se le puede conseguir en la tienda de acuarios. En lugar de este material filtrante puedes usar una esponja de poro abierto.
Construcción
Paso 1: Tome la botella y lávela a conciencia. Asegurese que su botella sea de bebidas o refrescos, y no una botella que haya contenido detergentes, químicos u otros tóxicos, ya que estos lo que harán será matar a sus peces cuando la introduzca en el acuario. Delimite el área que el paño filtrante cubrirá, considerando un mínimo de 15 centímetros de ancho. Cuanto más área y más ancho tenga el material filtrante, mucho mejor para la buena calidad del agua de nuestro acuario (por la formación de bacterias útiles para "limpiar" el agua).
Paso 2: Caliente el clavo delgado en su estufa o cocina. Tómelo con las pinzas o tenazas para no quemarse y perfore con él la botella plástica. La botella ha de quedar como una coladera: Observe la figura. Obviamente estos agujeritos solo se relizan dentro del área filtradora que usted delimitó en el paso anterior.
Paso 3: Tome la tapa de la botella de refresco y delimítela en dos mitades (hemisferios). Corte la mitad de la parte superior (hemisferio norte) de la botella en forma de medialuna (semicírculo), de manera que deje escapar fácilmente el aire si se coloca la botella en el agua. Para cortar el semicírculo puede fácilmente usar el mismo método que uso para dejar la botella como coladera. Para hacerlo vaya delineando el semicírculo con puntos (perforaciones) hechas con el clavo grueso (caliente). Haga los puntos tan juntos que al final la mitad de la tapa caiga por sí sola. Luego con la cuchilla puede dar un mejor acabado. En la mitad que quedo intacta haga un solo agujero grande (hágalo con el clavo grueso) de tal forma que por allí pueda pasar la manguera del aireador.
Paso 4: Es el paso final, colocar gravilla del acuario en el fondo de la botella para que no flote en el acuario. Pase la manguera que viene del aireador por la tapa, como si fuera un sorbete (popote) y coloque la piedra aireadora en la posición que indica la figura, cierre la botella con la tapa de tal forma que la piedra aireadora quede dentro. Coloque el material filtrante o esponja alrededor del filtro (vea figura). Asegure el material filtrante al filtro, use para ello el hilo nylon (atando el material filtrante alrededor del filtro).
FILTRO DE PLACA (UGF)
El filtro de placa es muy popular y conocido por nombres muy diferentes tales como, filtro de fondo, filtro bajo graba (UGF), filtro americano o filtro biológico. Este último nombre es debido a su excelente función biológica. Es uno de los filtros más sencillos y baratos de construir; referencia de muchos acuaristas. Su principal virtud es no ocupar espacio y quedar totalmente oculto debajo de la grava a excepción de la chimenea, la cual es fácilmente disimulable.
Tal y como hamos comentado es un excelente filtro biológico y funciona aceptablemente como filtro físico. Por contra muchos aficcionados le acusan de afectar negativamente al crecimiento de la plantas. Su manteniento es nulo y es apropiado para acuarios de todas las dimensiones. Para acuarios de más de un metro de longitud se recomienda modificar el diseño, de manera que se instalen dos chimeneas, una en cada extremo.
Materiales
La construcción no es difícil ni costosa. En su forma más sencilla, cuya construcción vamos a abordar, está movido por un bomba de aire. Todo el resto de material no llegará a los 12 euros y se puede encontrar en cualquier tienda de saneamiento.
• Un tubo rígido de PVC de 21 mm de diámetro. La longitud dependerá de nuestro acuario.
• Cuatro codos de PVC de 21 mm de diámetro.
• Varias 'T' de 21 mm de diámetro.
• Pegamento de PVC.
• Una sierra para metales, taladro, broca de 3 mm, guantes gruesos y demás protecciones.
Montaje
El siguiente paso es tomar las medidas para el filtro. El filtro ha de ocupar todo el fondo del acuario. Por tanto su tamaño dependerá del tamaño de vuestro acuario. Podéis guiaros por el esquema, teniendo en cuenta que los tubos van separados entre sí unos 5 cm. La chimenea, que es el tubo en posición vertical, ha de quedar a unos 2 cm por debajo de la superficie del agua; por tanto su longitud dependerá de la altura de vuestro acuario.
Una vez tomadas las medidas, cortamos el tubo a la longitud adecuada, haciéndole cortes transversales con la sierra, o bien orificios de 3 mm con un taladro. Los cortes, uno cada 2 cm, u orificios, uno cada 1 cm, han de estar solamente en la mitad superior del tubo. El tubo de la chimenea no lleva corte alguno, en él se debe practicar un orificio lo más cerca de la base posible, para introducir el canutillo de aire. A continuación ensamblamos todas las piezas (sin pegarlas) y verificar que entra correctamente en el acuario.
Antes de continuar nos aseguraremos de leer detenidamente las instrucciones del tubo de pegamento para PVC, pues de su correcta aplicación dependerá la solidez del filtro. No tocar el pegamento con los dedos y trabajar en un lugar ventilado, pues es tóxico cuando está fresco.
Finalmente procedemos a pegar todas las piezas y ya tenemos construido nuestro filtro. Solo hemos de dejarlo secar durante cuatro días, para que se evapore el disolvente del pegamento, pues en caso contrario podría envenenar a nuestros peces.
Instalación
Este filtro debe ser instalado en el fondo del acuario y debe cubrirse completamente con un capa de grava de al menos 2 cm. Introduciremos un macarrón de aire en la base de la chimenea, el cual conectaremos con una bomba de aire.
FILTRO EXTERNO CERRADO
El filtro externo hermético es uno de los mejores filtros que podemos poner en nuestro acuario. No ocupa sitio dentro del acuario y al no tener limitaciones de tamaño, su capacidad filtrante puede ser tan grande como deseemos.
Es un excelente filtro físico y funciona bien como filtro biológico. No tiene limitación en cuanto a la variedad de materiales filtrantes que podemos introducir. Es, sin duda, un filtro imprescindible para acuarios grandes.
Materiales
La construcción no es difícil ni costosa. La bomba de agua es la parte más cara, pero no os recomiendo escatimar en gastos. Todo el resto de material no llegará a las 12 euros.
• Un trozo de manguera de jardín de unos 5 cm. Podéis comprarlo en cualquier tienda de jardinería.
• Una bomba sumergible, asegurémosnos de que va a caber holgadamente dentro del filtro. Se venden en tiendas de acuariofília (usar la calculadora para averiguar la potencia adecuada).
• Un tubo rígido de PVC de 21 mm de diámetro y de 25 cm de largo.
• Un tubo rígido de PVC de 150 mm de diámetro (usar la calculadora para odtener la longitud adecuada).
• Un tapón ciego de PVC de 150 mm de diámetro.
• Un tapón de rosca, o tapón de registro, de PVC de 150 mm de diámetro.
• Dos codos de PVC de 21 mm de diámetro.
• Pegamento de PVC. Todo esto podéis comprarlo en cualquier tienda de saneamientos.
Nota: Es posible que no encontreis tapones de 150 mm. En este caso podreis usar tubos de 125 mm, que son mas comunes.
Montaje
Antes de empezar nos aseguraremos de leer detenidamente las instrucciones del tubo de pegamento para PVC, pues de su correcta aplicación dependerá que el filtro sea estanco. No tocar el pegamento con los dedos y trabajar en un lugar ventilado, pues es tóxico cuando está fresco.
Cogemos el tubo de 125 mm y le pegamos en un extremo el tapón ciego. En el otro extremo ponemos el tapón de rosca. Para que el tapón entre dentro del tubo, puede ser necesario calentar el tubo. Lo sumergimos unos minutos en agua hirviendo y así podremos deformarlo como queramos. Cortamos el tubo de 21 mm en cuatro partes iguales. Unimos cada par con un codo sirviéndonos del pegamento. Dejamos secar unas 2 horas.
Transcurridas las dos horas hacemos un agujero en la parte inferior, de manera que podamos colocar la bomba tal y como figura en el dibujo. El agujero lo hacemos con un taladro y una broca de 20 mm, de manera que el tubo pequeño ha de entrar muy ajustado. Con el mismo procedimiento hacemos el agujero superior, éste lo más arriba posible. En ambos agujeros pegamos los tubos acodados de manera que asomen por la parte interior unos 2 cm.
Dejamos secar otras dos horas. Una vez transcurridas, le damos un cordón de pegamento a todas las uniones, tanto por fuera como por dentro.
Un punto crítico es la salida del cable de la bomba. Practicamos un pequeño orificio lo más pequeño posible en la parte inferior. Hacemos un nudo al cable y lo pasamos por el agujero hasta que haga tope con el nudo. Pegamos con el pegamento de PVC y una vez seco le daremos silicona, tanto por dentro como por fuera. Ha de quedar cable suficiente para poder sacar la bomba con facilidad. Importante: Si tenemos que realizar algún empalme, este ha de quedar fuera del filtro.
Colocamos la bomba en el interior tal y como indica el dibujo. Para unirla con el tubo de salida usamos un trozo de manguera, la cual calentaremos para poder introducirla fácilmente. La bomba no debe ir pegada, pues puede que tengamos que sacarla alguna vez para limpiarla.
Ya tenemos construido nuestro filtro. Solo hemos de dejarlo secar durante cuatro días, para que se evapore el disolvente del pegamento, pues en caso contrario podría envenenar a nuestros peces.
Instalación
Este filtro puede ser instalado tanto por encima del acuario como por debajo. Para instalarlo sólo debemos unir los tubos de entrada y salida al acuario mediante mangueras flexibles. Estas mangueras podemos calentarlas, de esa manera podrán encajar en los extremos aunque tengan menor sección. Recomiendo poner a la salida y entrada del filtro dos llaves de paso, ya que permitirán el cambio del material filtrante de una forma mucho más cómoda.
Un problema que nos puede surgir es que pierda agua por la rosca. En este caso podemos apretarlo con una llave, o bien ponerle a la tapa una varilla metálica para poder hacer palanca. También es válido poner en la rosca unas vueltas de teflón, el cual podéis encontrar en tiendas de fontanería.
Sobra decir que dentro debemos colocar el material filtrante que consideremos más adecuado, como el perlón, canutillos de cerámica, etc.
Mantenimiento
El mantenimiento de este filtro es muy simple. Sólo necesita una limpieza periódica del material filtrante a intervalos aproximados de unos dos meses, dependiendo mucho de la cantidad de suciedad en el acuario. Recomiendo poner un prefiltro de esponja para minimizar la necesidad de limpieza.
Aprovecharemos para limpiarlo durante un cambio de agua. Para ello retiramos parte del agua del acuario a un cubo. Abrimos el filtro, sacamos el material filtrante y lo depositamos en este caldero. Estrujamos con la mano repetidas veces la esponja; veremos como el agua del cubo se ensucia y el material filtrante se va limpiando. Finalmente colocamos el material de nuevo en el filtro y cerramos.
Sobra decir que el agua usada para la limpieza debe ser desechada, rellenando el acuario con agua nueva. Es aconsejable no limpiar todo el material al mismo tiempo. Una vez limpiar la mitad y dejar la otra mitad para la siguiente vez.
FILTRO DE LECHO FLUIDO
El filtro de lecho fluido es una de las últimas novedades en filtrado para acuarios. Es un excelente filtro biológico mejor incluso que un seco-húmedo, pero su filtración física es nula por lo que necesita un prefiltro mecánico (el que ya teneis en vuestro acuario). Su mantenimiento es mínimo ya que es autolimpiable y con un volumen de un 1% del acuario es suficiente.
Su principio de funcionamiento es muy sencillo; un montón de arena en suspensión, la cual proporciona una enorme superficie para el asentamiento de las bacterias nitrificantes en muy poco volumen. La arena tiene en el mismo volumen 10 veces más superficie que las mejores biobolas del mercado.
Materiales.
La construcción es muy sencilla y económica. Es su forma mas sencilla, cuya construcción vamos a abordar, se encuentra dentro del acuario, disimulado por piedras y plantas. Por tanto no se necesita un sellado perfecto y el riesgo de accidentes es casi nulo.
• Una botella de refresco. Escogerla según esta tabla:
Bomba de agua Capacidad de la botella
200 l/h 0.5 litros
500 l/h 1 litro
800 l/h 1.5 litros
1200 l/h 2 litros
• Un tubo flexible de PVC, como los del filtro.
• Un kilo de arena muy fina.
• Grava gruesa de 1.5 cm de diámetro.
• Unas tijeras, taladro, broca de 3mm, guantes gruesos y demás protecciones.
La arena.
La arena es el elemento mas importante del filtro. Debe ser lo mas fina posible, pues así tendrá más superficie por unidad de volumen y será mas sencillo mantenerla en suspensión. Si es para un acuario de agua dulce no debe contener elementos calcáreos, para un acuario marino este punto carece de importancia.
Podemos obtenerla en tiendas de acuarios, donde la venden para rellenar los filtros comerciales. Las empresas de limpieza de fachadas y talleres de chapa pueden tenerla, la usan mezclada con agua como abrasivo. Finalmente las empresas de materiales de construcción también pueden tenerla. En ultimo caso podemos recurrir a arena de playa.
En caso de no comprarla en una tienda de acuarios debemos tratar la arena antes de emplearla pues, sobre todo la de playa, contienen elementos no deseables. Para ello:
• Lavar la arena con agua cuidadosamente. La ponemos en un cubo, llenamos de agua, removemos y vaciamos el agua. Repetimos el proceso hasta que el agua salga limpia. Así eliminamos la sal y lodos de la arena.
• Con la arena húmeda, pero sin agua, echamos un litro de ácido clorhídrico. Veremos que la arena hace una efervescencia: es la caliza y restos metálicos que se están disolviendo. Cuidado con los gases que desprende, pues irritan mucho la garganta. Este proceso no es necesario en caso de un acuario marino.
• Limpiamos la arena con agua, para eliminar los restos de ácido. un par de enjuages serán suficientes.
Después de este proceso la arena puede tener la mitad de su volumen, en especial si es de playa. Recomiendo hacer la prueba con una cantidad muy pequeña, y si en el proceso se consume mucho volumen, seria recomendable usar otra fuente de arena.
Montaje.
En primer lugar hemos de preparar la botella. Para ello hacemos un agujero en el tapón, de forma que entre la manguera lo mas ajustadamente posible. Con un poco de silicona podemos asegurar la unión. Después practicamos otro orificio, de unos 2 cm de diámetro, en la parte superior de la botella, que es por donde saldrá el agua.
Llenamos la botella con la arena fina hasta un tercio de su capacidad. Ponemos una esponja de poro grande en el cuello de la botella. Su misión es impedir que la arena retorne cuando el filtro esta apagado. Solo nos queda tapar la botella y colocarla en el acuario.
Para "mover" el filtro usaremos la salida del filtro que ya tenemos en el acuario. Unimos la salida de dicho filtro con una manguera a la entrada de nuestro filtro de lecho fluido. Colocamos el filtro original en un extremo del acuario, y el filtro de lecho fluido en el otro extremo, para si asegurar una buena circulación de agua. La manguera puede ir enterrada en el sustrato, pero verificar que no tiene curvas pronunciadas, pues el flujo de la bomba quedaría muy mermado.
Una vez en funcionamiento hemos de ver como la arena forma un remolino en el interior, elevandose hasta los dos tercios de la botella. Si la arena no se eleva o bien hemos escogido una arena muy gruesa o bien la botella es excesivamente grande para vuestro filtro. En caso de que se eleve mas de un tercio y se escape mucha arena el problema esta en que la botella es demasiado pequeña. Podríamos solucionarlo haciendo un pequeño agujero en la manguera, de forma que escape algo de agua antes de llegar al filtro de lecho fluido.
Mantenimiento.
Este filtro se va limpiando el solo por su proceso de funcionamiento. El único mantenimiento consiste en reponer la poca arena que haya escapado un par de veces al año.
DESNITRIFICADOR
La función de un desnitrificador en nuestro acuario es la de completar el ciclo del nitrógeno transformando los nitratos (NO3) en nitrógeno gaseoso (N2) que se elimina en la atmósfera. Esto aumentará la calidad del agua con el consiguiente beneficio para nuestros peces. Usar el desnitrificador no es disculpa para alargar el tiempo entre cambios de agua.
Esta desnitrificación es llevada a cabo por bacterias anaerobias que viven sin oxígeno alimentándose de los compuestos nitrogenados. El sistema es bien simple y consiste en hacer correr un flujo lento de agua del acuario a través de un tubo fino de unos 30 metros de longitud. En la primera porción del tubo anidarán colonias de bacterias aeróbicas que irán agotando el oxígeno disuelto en el agua y en el último tramo el tubo anidarán las bacterias anaerobias que, en ausencia de oxígeno, convertirán los nitratos en nitrógeno gaseoso.
Materiales
La construcción no es difícil ni costosa. Todo el material necesario lo podréis encontrar fácilmente en comercios de saneamiento y de materiales de jardinería. Necesitaremos:
• Un tubo flexible de PVC de 5 mm de diámetro y 30 metros de longitud. El usado para la bomba de aire vale perfectamente. Podéis comprarlo en cualquier tienda de material de jardinería o en tiendas de acuario. Este tubo formará la bobina en donde anidarán las bacterias.
• Un tubo rígido de PVC de 150 mm de diámetro y de 35 cm largo como los que se usan en los desagües de las viviendas. Podéis comprarlo en cualquier tienda de saneamiento. Este tubo encapsulará todo el invento.
• Dos tapaderas de PVC, siendo una desenroscable para permitir la eventual limpieza del mecanismo. Han de tener el diámetro del tubo anterior.
• Un tubo de PVC de 40 mm diámetro y 30 cm de longitud. Nos servirá de soporte para la bobina.
• Material aislante. Evitará las pérdidas de calor de la bobina.
• Una llave de las que venden en las tiendas de jardinería para riegos por goteo para conseguir la regulación del caudal.
Montaje
Sobre el tubo de 4 cm de diámetro arrollamos el canutillo flexible formando un bobina. Dejaremos un extremo de un metro de largo, el otro de 10 cm. Esta bobina proporcionará la superficie necesaria para el asentamiento de las bacterias.
La temperatura adecuada para las bacterias anaeróbicas oscila entre 25 y 30ºC. Por ello envolveremos la bobina en cualquier aislante de manera que el agua interior bastará para mantener la temperatura adecuada.
El contenedor exterior está fabricado con el tubo de 150 mm de diámetro, al que pegaremos en el extremo inferior una tapadera de PVC. Perforamos la tapadera y en el orificio pegamos la llave de paso. Realizamos una segunda perforación para pasar el canutillo de salida. Por el orificio de salida pasamos el extremo más lago de la bobina, conectando el corto a la llave de paso. Introducimos la bobina en el contenedor así formado y colocamos la tapa superior.
Instalación
Ahora sólo queda instalar el invento en el acuario, esto es lo más importante. El agua de entrada se ha de coger de la salida del filtro mecánico para evitar que el desnitrificador se obture.
Si el flujo es excesivamente lento o se para durante mucho tiempo, emanará un gas con olor a huevos podridos que es tóxico para nuestros peces, por eso la salida se llevará directamente al oxigenador o al filtro seco-húmedo. Las bacterias anaerobias que escapen no nos deben preocupar, ya que en presencia de oxígeno morirán rápidamente.
Regulación
Regularemos el flujo de agua hasta conseguir un caudal de 2 gotas por segundo. Cada dos meses comprobaremos, con un test de nitratos, que en la salida del desnitrificador tenemos una cantidad baja de nitratos. Si el test no nos detecta nada aumentaremos ligeramente el caudal, si el test detecta una cantidad elevada disminuiremos el caudal. Un olor a huevos podridos en la salida indicará un caudal demasiado lento o que el caudal se ha parado durante algún tiempo. La presencia de nitritos en la salida indica un flujo demasiado rápido.
Una vez conectado el sistema a nuestro acuario, deberéis tener en cuenta que no entrará en funcionamiento hasta transcurridos unos 40 días, tiempo necesario para que se vayan formando en las paredes internas de la bobina las correspondientes colonias de bacterias necesarias.
Las bacterias necesitan carbono para poder desarrollarse. Añadir un terrón de azúcar por cada cien litros una vez al mes proporcionará el carbono necesario y no hará daño a los habitantes de acuario.
UN FILTRO DE AIRE
Os proponemos este sencillo proyecto. Con un coste de 3 € conseguiréis un filtro físico y químico de aire, que proporcionará aire puro a vuestros peces.
Una breve historia: al poco tiempo de montar mi acuario me encontré que mis primeros peces enfermaban y morían sin ninguna razón aparente. El agua estaba bien, la decoración del acuario fue escogida con cuidado y sin embargo los peces parecían intoxicados. El problema, como pronto descubrí, estaba en el aire. La bombra de aire la tengo ubicada en el mueble del acuario y en ese mismo mueble había guardado el pegamento y la silicona que usé para mis proyectos de bricolaje. Los vapores de estos productos habían pasado al acuario por la bomba de aire.
En una casa hay en el ambiente un montón de tóxicos como el humo de tabaco, productos de limpieza, contaminación... Estos pasan al acuario muy eficazmente a través de la bomba de aire, envenenando o estresando a los peces. La forma de evitarlo es filtrar el aire.
Materiales
Para realizar nuestro proyecto necesitaremos los siguientes materiales. Las medidas son aproximadas y admiten amplios márgenes de tolerancia.
• Carbón activo. El que usamos para filtrar el agua vale perfectamente.
• Perlón. El que se usa en filtros nos servirá.
• Tubo de PVC transparente de 1,5 cm de diámetro y 30 cm de longitud. Se puede encontrar en cualquier tienda de jardinería.
• Canutillo de PVC flexible de 5 mm de diámetro. El mismo que usamos para la bomba de aire.
• Silicona. Cualquier silicona nos puede servir.
Construcción
Pegaremos con silicona el canutillo en un extremo del tubo, rellenado con silicona el espacio sobrante, para impedir la fuga de aire. Seguidamente rellenaremos ese extremo con dos centímetros de perlón cuidando de que no quede apretado, lo cual dificultaría el paso del aire. Dejamos secar la silicona durante un día.
El siguiente paso consiste en rellenar el tubo con carbón activo hasta 5 cm del final. Taponamos ese extremo con dos centímetros de perlón, también sin apretar, y le acoplamos el canutillo sellándolo con silicona, al igual que el otro extremo. Dejamos secar la silicona durante un día. Finalmente le acoplamos la bomba de aire y lo dejamos secar, con aire circulando en su interior durante otros tres días.
El mantenimiento es sencillo. Cuando el carbón se compacte demasiado voltearemos el filtro, removiendose el medio filtrante de paso. Una vez al año, más a menudo en lugares muy contaminados, cortamos un extremo renovando el carbón activo.
SIFONADOR DE FONDO
Os presento este artilugio que he inventado para limpiar la gravilla y cambiar el agua del acuario al mismo tiempo, que es muy eficaz, rápido y baratísimo.
Como todos sabemos, hay varias maneras de limpiar la suciedad que queda amontonada en la gravilla y al mismo tiempo cambiar el agua del acuario. Cada acuariófilo tiene su propia manera y seguro que muchos habréis comprado limpiadores de fondo comerciales, que también son muy efectivos.
Dejando a parte los limpiadores comerciales y centrándonos en nuestros diferentes métodos caseros, seguro que la mayoría utilizáis el típico método de mantener un extremo de un tubo flexible dentro del acuario y con la boca succionar el agua a través del otro extremo. Pero este método requiere algo de práctica. Entonces puede que el agua no fluya o fluya con muy poca fuerza o tengáis que tragar sin querer un poco de agua del acuario.
Pues bien, en el método que yo os presento no ocurre esto y además se consigue que fluya el agua con mucha más fuerza que succionando con la boca. Se basa en otros principios físicos similares.
El material
• Un botellín de agua de 33 centilitros aproximadamente (botella pequeña de agua que sirven en los bares).
• Un tubo flexible de plástico de diámetro 1 cm y longitud 175 cm aproximadamente.
• Silicona (opcional).
Construcción paso a paso
Hacer un agujero con un taladro o punzón gordo en el centro del tapón del botellín del mismo diámetro que el tubo flexible, y mejor si mide menos, para así poder encajar perfectamente el tubo con un poco de fuerza sin que luego salga el agua o el tubo se suelte. Si queremos asegurar bien el tubo al tapón de la botella podemos poner un poco de silicona en el punto de encaje de ambos, para que luego no derrame agua. Debemos introducir una pequeña parte del tubo dentro de la botella a través del tapón, pero muy poco, 1 cm o menos.
Cortamos la base de la botella con una sierra o tijeras de manera que quede abierta por debajo como si fuera una campana.
Enroscamos bien fuerte el tapón a la botella con el tubo ya acoplado.
Utilización
Rellenamos el botellín con agua del acuario por su base abierta manteniendo cerrado el extremo del tubo flexible con el dedo pulgar de la otra mano. Levantamos el botellín verticalmente fuera del agua y esperamos hasta que haya salido el aire que había dentro del tubo y esté lleno de agua. Veremos que salen burbujas por el botellín como se ve en el esquema 1,
Ahora sumergimos el botellín nuevamente dentro del acuario en posición diagonal tal y como se ve en el esquema 2 y esperamos otra vez a que salga el aire del botellín.
Luego ponemos el botellín verticalmente sobre la gravilla del acuario por su base abierta y retiramos el dedo pulgar del tubo flexible. Veremos que el agua fluye con fuerza y automáticamente removiendo la suciedad de la gravilla como se indica en el esquema 3.
Debemos mantener el botellín bien ajustado con la gravilla del acuario y removiendo ésta de vez en cuando para que la suciedad salga y sea succionada.
Si tenemos plantas naturales, no limpiar la gravilla alrededor de estas en un radio de unos 5 cm aprox. porque podríamos dañar sus delicadas raíces.
SIFÓN PARA ACUARIOS
Para poder instalar muchos filtros externos como un seco-humedo o un skimmer es necesario agujerear el acuario o instalar un sifón. Como la primera opción es muy complicada, ya que existe riesgo de quebrar el acuario, te recomendamos construir un sifón. En este artículo encontrarás instrucciones detalladas de como hacerlo.
Materiales
Los materiales necesarios se pueden encontrar en cualquier tienda de plásticos o de saneamiento. Son muy baratos.
• Dos codos de PVC de 20 mm.
• Un tubo de PVC de 20 mm de diámetro y 20 cm de longitud.
• Una válvula de aire. La misma que usamos para la bomba de aire.
• Plancha de PVC. Con unos recortes tendrás suficiente.
• Pegamento de PVC.
• Una sierra para metal y un taladro con broca para metal.
Esquema
En primer lugar realizaremos las dos cajas de PVC (9) y (10). Estan hechas en PVC y tienen unas medidas de 15 cm de alto, 8 cm de ancho y 3 cm de fondo.
A una caja (10) le practicaremos varias hileras de agujeros (11). Ten en cuenta que estos agujeros marcarán la altura del agua del acuario. Por tanto hay que realizarlos en los 7 cm superiores de la caja.
En la otra caja (9) haremos un agujero en el fondo. En este agujero pegaremos una sección de tubo de 15 cm de longitud y 2 cm de diametro (7). En el interior de la caja han de quedar 6 cm de tubo, de manera que el borde quede 2 cm por debajo de los orificios de la otra caja. Este tubo sera la salida al filtro.
Después pegamos las dos cajas mediante un trozo de PVC, el cual está transpasado por dos tornillos (4) con los cuales regularemos la altura del sifón. Ten en cuenta que el sifon va apoyado sobre el vidrio del acuario (8). Por tanto la separación de las cajas depende de tu acuario.
Por último construir una U invertida. Para ellos usamos dos codos de PVC (2) y (3) a los cuales pegamos dos trozos de tubo de 13 cm de longitud y 2 cm de diámetro. En uno de los codos insertamos la válvula de aire (1), que nos servirá para cebar el sifón. Sólo nos resta poner la U invertida en las cajas, teniendo la precaución de que los extremos inferiores queden a unos 2 cm del fondo de la caja.
Ten en cuenta estos detalles, o no funcionará correctamente:
• Los bordes inferiores de los tubos (5) y (6) han de quedar a aproximadamente 2 cm del fondo de las cajas.
• El tubo de salida (9) ha de quedar 2 cm por debajo de los agujeros (11)
• Los bordes inferiores de los tubos (5) y (6) han de quedar al menos 2 cm por debajo del borde superior del tubo de salida (7)
• La válvula de aire (1) ha de estar en la parte superior del codo (2). Si no será imposible cebar correctamente el sifón.
Instalación
Simplemente tenemos que poner el sifón en un lateral del acuario. Al tubo de salida (7) conectamos una manguera de plástico flexible que llevará el agua al filtro exterior.
Mediante los tornillos (4) regulamos la altura del sifón, marcando con ello el nivel del agua del acuario. Esta es una de las ventajas del sifón. La posibilidad de regular el nivel del agua independientemente de la evaporación.
Ayudándonos de un canutillo de goma, como el de las bombas de aire, succionamos en la válvula (1). De esta manera cebaremos fácilmente el sifón. Evidentemente para realizar esta operación las dos cajas (5) y (6) han de contener agua.
Ahora ya tenemos el sifón instalado y funcionando. Sólo te queda simular los posibles fallos para ver que no ocurra ningún desastre. En primer lugar desenchufa la bomba de agua simulando un corte de corriente eléctrica. El sifón se debería parar y el filtro exterior no debería desbordarse. Al volver a conectar la bomba debería ponerse todo en funcionamiento por sí solo.
El otro posible fallo sería que se descebase el sifón. Para simularlo abre la válvula de aire (1) y desenchufa la bomba. La U invertida se llenará de aire. Vuelve a conectar la bomba, verás como el filtro se vacía y el acuario se llena de agua. Verifica que el nivel de agua no suba en exceso y el acuario se desborde.
CO2 GRATIS
Las plantas como todos los seres vivos, necesitan de nutrientes apropiados poder vivir. El CO2 es uno de sus principales nutrientes y su única forma de obtenerlo es del que se encuentra disuelto en el agua. Por eso una elevada cantidad de CO2 aumenta enormemente el crecimiento.
Hablemos de cantidades
El CO2, como todos los nutrientes, puede ser perjudicial si se encuentra en exceso. Los peces son los principales afectados. Una alta concentración de CO2 ralentiza la transferencia desde la sangre del pez al agua. Eso produce en los peces una falsa sensación de asfixia. Los peces no se asfixian, pero si se estresan y acaban muriéndose.
El contenido de CO2 en un acuario vacío es de 0,5 mg/l. Este equilibrio es mantenido por intercambio con la atmósfera y en lugares contaminados puede llegar a 1 mg/l. En un acuario medianamente poblado la respiración de los peces lo sube a 2 ó 3 mg/l. Si impedimos la disipación y en un acuario bien poblado, podemos doblar esta cantidad, aunque 7 mg/l es una cantidad inferior a la ideal, pero suficiente para que casi todas nuestras plantas crezcan sin problemas.
El nivel óptimo para las plantas depende de la cantidad de nutrientes y sobre todo de la luz. En cualquier caso podemos decir que un rango de 10 a 20 mg/l es óptimo. Hasta un nivel de 35 mg/l estamos en un completo margen de seguridad y por encima de 40 mg/l nuestros peces se sentirán afectados.
Esto se resume en la siguiente tabla:
CONTENIDOS DE CO2
Acuario vacío 0,5 mg/l
Acuario vacío en una ciudad contaminada 1 mg/l
Acuario con peces 3 mg/l
Acuario sin pérdidas 7 mg/l
Ideal para las plantas 10 - 20 mg/l
Concentración segura 35 mg/l
Concentración tóxica > 40 mg/l
Concentraciones máximas
Como vemos no es aconsejable superar la cantidad de 35 mg/l. ¿Cómo sabemos que no la superaremos?. La cantidad de CO2 que se puede disolver en el agua (saturación) depende de tres factores; la temperatura que estimaremos en 25 grados centígrados, la acidez expresada en pH y la dureza carbonatada expresada en °dKH. La fórmula es: 10^(7,48-pH+@LOG(KH))
Los valores de esta tabla están dados para 26°C, temperatura ideal para la mayor parte de los peces, a 30°C el contenido de gases disueltos en el agua baja drásticamente. Los valores de esta tabla son muy precisos, pero las medidas de pH y KH no suelen serlo. Cuidado con la dureza pues los test de KH se ven afectados por los iones metálicos.
Como podemos ver los límites tóxicos de concentración son difíciles de superar. Para un acuario de vivíparos con un pH de 7,2 considerado ideal para estas especies, el contenido peligroso se alcanzaría con unos 20 ºdKH. Para uno de cíclidos con un pH de 8 no lo alcanzaríamos por muy dura que fuera el agua. Para los discos que, en teoría, necesitan un pH de 6.8 al necesitar agua blanda, con dureza menos de 10 ºdKH tampoco se alcanzaría el límite de toxicidad. En la práctica el límite de CO2 lo da la bajada de pH que se produce al inyectarlo.
Disminuir las pérdidas
¿Cuál es el método más barato para tener CO2 en nuestro acuario? Pues la respuesta es evidente: evitar que el que producen los peces, de forma totalmente altruista, no se escape del acuario. Como podemos apreciar en la primera tabla reduciendo las pérdidas alcanzaremos una concentración cercana al ideal y eso sin gastarnos un duro. En caso de querer alcanzar la concentración ideal necesitaremos un inyector de CO2, pero eso no nos servirá de nada si no evitamos la pérdidas.
El CO2 escapa del acuario a través de la superficie de contacto entre el aire y el agua. Por eso procederemos a:
• Evitar turbulencias en la superficie.
• Si tenemos un retorno de agua del filtro que cae en cascada, sumergirlo.
• Los filtros seco-húmedos eliminan el CO2
• Los aireadores están totalmente fuera de lugar.
• El acuario ha de estar tapado.
• No debe haber corrientes de aire por la superficie del agua.
• En los filtros impulsados por burbujas debemos acoplarles una bomba de agua y suprimir las burbujas.
Aislar térmicamente el acuario aporta múltiples beneficios, entre los que podemos citar:
• Menores oscilaciones de la temperatura, ya que la pérdida de calor es más lenta.
• Menor impacto de los cortes de fluido eléctrico. Los acuarios aislados mantienen más tiempo su temperatura.
• Menor consumo energético ya que el termocalentador funcionará menos. Esto produce un ahorro de electricidad.
• Mayor duración del termocalentador, debido a su menor funcionamiento y a que se activa con menos frecuencia.
• Temperatura más homogenea en todo el acuario, al disminuir los puntos de enfriamiento y la necesidad de calentamiento.
• Mayor eficacia de los dispositivos de enfriamiento. Recordad que no sólo se aisla el frío, sino también el calor.
• Las oscilaciones de temperatua entre el día y la noche durante el verano son menores y más lentas.
• Menores tensiones en el vidrio del fondo, al tener un asiento más uniforme y menores diferencias de temperatura.
• Mejor crecimiento de las plantas acuaricas. El sustrato estará a una temperatura parecida a la del agua, evitando los "pies fríos".
Por todos estos motivos, considero que aislar los acuarios es fundamental, sobre todo teniendo en cuenta el poco dinero que cuesta y lo sencillo que es hacerlo.
Materiales
Para aislar el acuario podemos usar diferentes materiales, de los que habitualmente se utilizan en construcción. Todos ellos pueden ser encontrados fácilmente en tiendas de material de construcción o de bricolaje.
• Corcho prensado. Se vende en placas para recubrir suelos o paredes, habitualmente barnizado por una cara. Es buen aislante térmico y tiene un bonito aspecto exterior.
• Poliestireno expandido. Se vende en planchas de color blanco, por lo que también es conocido como corcho blanco. Buen aislante térmico y muy barato.
• Poliuretano de alta densidad. De consistencia bastante dura, viene en forma de planchas de diferente color según el fabricante, rosa, azul, verde. Es la mejor solución, aunque un poco más cara.
• Fibra de vidrio. Una esponja de color amarillento. No la debemos usar, ya que las fibritas que desprende son cancerígenas.
Aislar el fondo
Lo primero a aislar es el fondo del acuario. Para ello cogemos una plancha de poliestireno expandido de 3 cm de grosor, de poliuterano de alta densidad de 2 cm de grosor o de corcho prensado de 0,7 cm de grosor. La colocamos sobre el mueble, y después ponemos el acuario encima (mover el acuario siempre sin agua). Una vez lleno el acuario notaremos como los materiales, sobre todo el primero disminuye bastante su grosor. Finalmente con una cuchilla cortamos la parte que sobresalga.
Aislando el fondo evitaremos tensiones sobre el vidrio e importantes pérdidas de calor, quedando el aislamiento bastante disimulado. Además la temperatura del sustrato será más alta, lo cual favorecerá el crecimiento de las plantas.
Aislar los laterales
Se deben aislar todos los laterales posibles, cuantos más, mejor. Mi recomendación es aislar todos los que no sean visibles.
Para asilarlos podemos usar cualquiera de los materiales descritos anteriormente. En caso de usar poliuretano, usar planchas de un grosor de al menos 2cm.
El procedimiento es simple. Cortamos con una cuchilla las planchas al tamaño adecuado, y las fijamos a los laterales mediante papel celo (cinta autoadhesiva). No debemos usar pegamentos que contengan disolventes, ya que destruirían rápidamente el poliuretano.
GRAVILLA PARA TU ACUARIO
Seguramente te habrás preguntado muchas veces si cierta gravilla que has encontrado es adecuada para tu acuario. Aquí aprenderas a discernir cuál es la adecuada y cómo prepararla.
Escogiendo la gravilla
El suelo ideal debe estar constituido por gravilla con un granulado de un diámetro entre 2 y 6 mm. La arena fina, se compacta y dificulta el paso de las raíces. Un sustrato muy compactado puede dar lugar a una mala oxigenación pudiendo pudrirse los compuestos orgánicos presentes en él. Un sustrato muy grueso puede impedir que las plantas enraicen bien.
Para los peces que viven en el fondo, el sustrato ha de ser redondeado para no producirles heridas cuando excaven en el fondo.
La gravilla no puede ser caliza o tener restos de conchas, eso se averigua con agua fuerte o salfuman (ácido clorhídrico o muriático), si produce burbujas se debe desechar. Por supuesto tampoco ha de contener metales, una gravilla demasiado pesada u oxidada también debe ser desechada. La ideal es cuarcita o arena gruesa de río.
Respecto al color has de saber que a los peces tímidos les disgusta el fondo blanco o muy claro. Un fondo oscuro hará que tus peces se sientan más cómodos y resaltará su colorido. Además, un fondo claro daría una sensación de descuido pues la suciedad, que es inevitable, resaltaría muchísimo. Finalmente desaconsejamos fondos de colores chillones que dan un aspecto antinatural.
Preparación de la gravilla
Una vez localizada la arena se debe desinfectar para eliminar los organismos patógenos, en especial si la arena proviene de un río. También es necesario ponerla en un baño de ácido para que disuelva los pequeños restos orgánicos, metálicos y calcáreos. Para ello la pondremos 24 horas en una disolución de 1 parte de agua y una de salfuman. El salfuman, tambien llamado agua fuerte, se puede encontrar fácilmente en cualquier supermercado y resulta muy barato. Es importante realizar esta operacion en un lugar bien ventilado, pues los gases desprendidos son muy irritantes.
Una vez desinfectada hay que aclararla con agua abundante para eliminar cualquier suciedad, restos orgánicos y el ácido. Llena de gravilla la tercera parte de un cubo y añadele agua, remueve y tira el agua. Repite el proceso cinco veces, continuando en caso de que el agua no quede cristalina Después de remover.
Colocación del fondo
Antes de colocar la gravilla hemos de tener colocadas las piedras de la decoración según el proceso descrito en las piedras para el acuario. Si deseas instalar un calentador de fondo ahora es el momento.
A continuación se deberá tapar completamente el fondo del acuario con gravilla. No se debe comprimir la grava, debe quedar suelta, ya se apelmazará ella sola. Para crear un bonito efecto de perspectiva el sustrato tendrá una altura de 4 cm en la parte delantera y de unos 8 cm en la parte posterior. Se puede afianzar con piedras para crear terrazas.
Para un acuario normal, necesitará aproximadamente 1 kilo de gravilla por cada 5 litros de agua. Para calcular fácilmente la cantidad necesaria usa esta aplicación: 144
SUSTRATO NUTRITIVO
Uno de los pilares más importantes para tener plantas de acuario saludables es la necesidad de proporcionarles todos los nutrientes necesarios para su óptimo desarrollo de la forma más natural posible. De ahí la elección de sustrato fértil, y no lo clásicos de cuarcita y otros materiales, que nos obligan a estar abonando continuamente nuestro acuario. Otro de los motivos de esta opción en el cultivo de las plantas, es el ahorro económico. Intentaré describir la forma más asequible, a los bolsillos de los aficionados medios, para mantener estos "acuarios naturales". No obstante, quiero aclarar que no se trata de ninguna panacea del acuarismo, sino de una alternativa económica y más natural.
Componentes del sustrato
• Humus. Podemos conseguirlo en establecimientos especializados en jardinería. Es muy recomendable que sea "ecológico", es decir, que no contenga productos químicos, ni semillas u otros patógenos. El ideal es el humus de lombriz. En este componente del sustrato se encontrara la mayor parte de los elementos necesarios para las plantas, tanto microelementos como macroelementos. La proporción nunca debe superar el 30% total, ya que el contenido en nitrógeno es elevado.
• Turba. Podemos conseguirla en establecimientos especializados en jardinería. Verificar que sea "ecológico", es decir, que no se le hayan añadido fertilizantes o pesticidas (los fabricantes suelen decir "enriquecido" En este componente del sustrato se tiene gran cantidad de microelementos, ayuda a acidificar el sustrato y a quelatar el hierro.
• Sepiolita. No es más que la arena que se suele usar para los gatos. Es importante que nos aseguremos que solo contiene sepiolita y no esta perfumada (o cosas parecidas). Presenta una capacidad alta de retener nutrientes, es rica en Ca y S por lo que presenta un pH elevado (esto lo contrarrestaremos con la turba rubia). Es un elemento que garantiza un cultivo de ciclo largo. La proporción máxima nunca debe superar el 20%.
• Vermiculita exfoliada. Se trata de un silicato de magnesio parecido a las micas. La encontraremos en establecimientos especializados en jardinería. La vermiculita presenta una gran capacidad de retención de nutrientes, por lo que juega un papel importante en el intercambio catiónico. Presenta un pH neutro. Contiene un 5-8% de K y un 9-12% de Mg asimilable. Tiene la cualidad de adsorber fosfatos y fijar el amonio. Nunca deben superar el 20% del volumen total. Un componente alternativo a la vermiculita puede ser la perlita, que se usa normalmente para la construccion.
• Arcillas comunes. Podemos usar la arcilla de manualidades o las arcillas que venden en las herboristerías con fines dermatológicos. La proporción idónea será entorno al 10 - 20%.
• Limaduras de hierro.En cualquier chatarreria puedes recoger un monton con la ayuda de un imán. El hierro es uno de los principales nutrientes de las plantas. Las limaduras se oxidaran rápidamente en el acuario permaneciendo insoluble. El óxido se quelatará lentamente por la accion de la turba, pudiendose absorver de este modo por las plantas. Un 5% es suficiente para nuestros propositos. Una alternativa es usar directamente oxido de hierro.
Preparación
El humus y la turba deben ser tamizados para eliminar los trozos más grandes de ramas. Deberemos pasarlo por un tamiz de 3mm. El humus tiende a dar un color rojizo al agua. Esto no es dañino para los peces y plantas, pero puede no nos guste esteticamente. Esto se puede evitar hirviendolo varias veces. Para este proceso utilizaremos un viejo trozo de tela. Pondremos el humus y la turba en el centro de la tela y uniremos las puntas haciendo como una especie de bolso. Lo ataremos y lo meteremos en una olla con agua hirviendo, lo dejaremos a fuego lento durante al menos media hora, y después lo dejaremos enfriar en la misma agua. Una vez terminado este proceso lo escurriremos.
La sepiolita deberemos lavarla, para eliminar el polvillo que suele traer.
La arcilla se extiende en una capa fina y se deja secar. Despues rompemos la lamina en trozos pequeños.
Proporciones
Damos la proporcion en tanto por ciento de volumen. La proporcion segerida es indicativa, podremos aumentar o disminuir las proporciones dependiendo de nuestras necesidades.
• 15% de humus.
• 20% de turba rubia de sphagnum.
• 20% de sepiolita.
• 20% de vermiculita.
• 20% de arcilla común.
• 5% de hierro.
Colocación del sustrato
Una vez que tenemos la mezcla preparada, la colocamos en el fondo del acuario, pero solo en las zonas que posteriormente van a ser plantadas. Deberá tener un espesor de un centímetro. Seguidamente dispondremos una malla plástica que cubra el fondo en su totalidad, será suficiente con una malla de 4mm. La función de esta malla es proteger el sustrato de los peces que puedan remover el fondo, y enturbiar el agua. Ahora una capa de gravilla para acuario de al menos 4 cm de espesor para que el sustrato no este en contacto directo con el agua.
LAS PIEDRAS PARA EL ACUARIO
¿Cuántas veces te has planteado si tal o cual piedra es adecuada para tu acuario?. No pages dinero por unas simples piedras. A continuación encontrarás una guía para distinguir entre rocas adecuadas o inadecuadas.
Las piedras son el elemento decorativo más importante para el acuario. Producen el efecto de perspectiva que se desea en un acuario natural y nos permiten formar terrazas con la gravilla.
Las rocas dan lugar a la creación de territorios y refugios, cosa imprescindible para mantener, en perfectas condiciones, alevines o peces territoriales.
Escogiendo las piedras
Como norma general, los distintos tipos de piedras destinadas a decorar nuestro acuario no deben ser calcáreas pues aumentarían de forma incontrolable la dureza del agua. Para averiguar si un piedra es calcárea se echan unas gotas de salfuman o agua fuerte (ácido clorhídrico). Si la superficie mojada comienza a burbujear la piedra es de tipo calizo y se debe desechar.
Las piedras de nuestro acuario tampoco pueden ser metálicas pues disolverían compuestos metálicos en el agua que resultan perjudiciales para la salud de los peces. Si la piedra pesa muchísimo en proporción a su tamaño o presenta zonas de oxidación marrón oscuro, también se debe desechar.
• Rocas adecuadas: andesita, basalto, fluorita, granito, gres rosa, pizarra, trozos de cerámica...
• Rocas inadecuadas: mármol, caliza, calcita, espato, fósiles calizos, conchas marinas...
Preparación de las piedras
Para cualquier tipo de piedra hay que tener la precaución de eliminar alguna arista excesivamente cortante. Después, se lava y cepilla enérgicamente eliminando cualquier musgo, alga o suciedad que presenten. Es una buena precaución hervirla durante 15 minutos o sumergirla durante dos horas en agua con lejía (lavandina), de esa manera eliminamos posibles agentes patógenos.
Colocación de las piedras
Colocar las rocas directamente sobre el fondo y no sobre la gravilla, pues los peces al escarbar podrían hacerlas caer, con el peligro para ellos y para el acuario. Asentarlas sobre una base de poliuterano para evitar tensiones sobre el vidrio y afianzarlas con silicona.
Las piedras han de estar colocadas formando cuevas para que los peces jóvenes puedan ocultarse, deben estar dispersas por el acuario para que los peces puedan establecer sus territorios.
Colocar piedras de aspecto similar. Eso dará una armonía y una sensación natural. La combinación de piedras de múltiples colores produce un efecto chocante y antinatural.
LA MADERA PARA EL ACUARIO
Esta es una completa guía para poder escoger y preparar los troncos más adecuados para tu acuario. No compres troncos en la tienda, es mucho más divertido y barato recolectarlos en tus paseos por el campo.
No tengas el acuario sin troncos. Los troncos y cañas son unos de los elementos decorativos de mayor importancia en el acuario. A este aspecto se une la virtud de su escaso peso. Muchos peces, como los discos, los encuentran imprescindibles en su entorno; otros como los plecos, necesitan chupar celulosa de ellos.
Tipos de tronco más adecuados
El tipo más adecuado es, indiscutiblemente, la cepa de la vid. En general, conviene huir de las maderas blandas, esponjosas o resinosas. Cuanto más podrido esté un tronco, más útil nos será evitando siempre las maderas verdes. Lo ideal es emplear troncos que hayan sido recogidos en ríos, embalses o playas. Los ideales son los que proceden de las turberas.
• Maderas adecuadas: cepas de vid, raíces de sauce, madera sumergida durante largo tiempo.
• Maderas inadecuadas: madera verde, troncos de pino, abeto, maderas muy esponjosas, maderas aromáticas, maderas artificiales, conglomerados.
• Cañas adecuadas: bambú seco, cañas de rivera (plantas palustres).
• Cañas inadecuadas: cañas aplicadas en decoración (barnizadas, teñidas, etc.), cañas recién cortadas (verdes).
Respecto a las tonalidades que pueden encontrarse, todos los troncos poseen una tonalidad pardo-rojiza oscura. Las cañas tienen colores más claros. Troncos de tonalidades diferentes deben ser rechazados, pues seguramente incorporarán tintes.
Preparación
Los troncos recogidos se deben limpiar escrupulosamente con agua y lejía (disolución comercial de hipoclorito sódico). Después hervir un par de veces lo cual, aparte de esterilizarlo, encharcará el tronco evitando que flote. Si el tronco es demasiado grande se escaldará varias veces en una bañera con el agua lo más caliente posible.
Si no están curados, la forma más completa de curar los troncos es mantenerlos sumergidos durante varios meses, hasta que ya no floten ni desprendan sustancias colorantes. En realidad, el proceso de curación consiste básicamente en pudrir las partes del tronco que sean susceptibles de ello, hasta que ya no puede sufrir ningún deterioro más, por lo que no contamina el agua del acuario ni consume oxígeno.
Respecto al polvillo que se desprende durante la manipulación de troncos curados, no debe preocuparnos. El filtro lo eliminará en pocos días sin problemas. Pueden teñir el agua con un ligero color parduzco. No nos preocupemos, desaparecerá solo en un par de meses y no molesta en absoluto a los peces.
Con las cañas debe cuidarse escrupulosamente que estén bien secas y no les queden partes verdes. Asi mismo, deben cepillarse y desinfectarse con agua y lejía.
Problemas de flotabilidad
Los troncos de cualquier origen, si están secos, flotan. Ello es debido a que los vasos conductores están llenos de aire. Al cabo de cierto tiempo de inmersión los vasos conductores se llenan de agua y los troncos se hunden hasta el fondo, proceso que se puede acelerar hirviendo o escaldando el tronco. Para evitar que floten es mejor mantenerlos sumergidos durante un tiempo hasta que queden totalmente empapados, mientras tanto, podemos fijarlos con nailon (hilo de pescar) a una piedra. Una ver sumergido el nailon sera invisible.
La cañas siendo un material más liviano no pierden nunca la flotabilidad. Para corregir este inconveniente las perforaremos por un extremo y después rellenaremos el hueco con perdigones y silicona. Es muy importante que el plomo no quede en contacto con el agua, pues deprendería sustancias tóxicas para los peces.
AMPLIAR PANTALLA
Para un acuario plantado la iluminación ideal es de al menos un vatio por cada dos litros de agua, pero la mayoría de los acuarios comerciales suelen tener la mitad de esta iluminación. Esto impide mantener las plantas acuáticas exigentes en buenas condiciones. La eterna dificultad es que no hay fluorescentes de mayor potencia y el mismo tamaño, y no cabe otro fluorescente adicional en la pantalla del acuario.
Veamos como he hecho para cuadruplicar la iluminación de mi acuario de foma sencilla y barata.
Es muy posible que la pantalla de tu acuario no sea igual a la mía, por lo que no podrás seguir los mismos pasos, pero sí tendrás una orientación de la forma adecuada de realizar el montaje.
La pantalla original
En la foto superior se puede ver la pantalla original. Podemos apreciar como sólo hay un fluorescente y aparentemente no cabe otro. El bloque negro del centro contiene el cebador y la reactancia (balastro). En los extremos del bloque negro central se pueden apreciar los enganches para los fluorescentes.
También podemos apreciar que la superficie interior es bastante mate, con lo que la luz se refleja poco y sólo sirve para calentar la pantalla. Lo ideal seria que fuera de espejo o blanco brillante.
Modificándola
En primer lugar hemos desarmado la pantalla en todas sus piezas, hemos desconectado todos los cables y hemos retirado el fluorescente y la reactancia. Parte de las piezas estaban sujetas con remaches. Para soltarlas simplemente hemos taladrado el centro del remache.
Los fluorescentes emiten la misma luz en todas las direcciones, pero nuestro acuario solo aprovecha la que va hacia abajo, es decir, la tercera parte. Por ello es muy importante tener una pantalla reflectora, que envie los dos tercios restantes al acuario. La pantalla puede ser un reflector de espejo, una chapa de alumino o pintura blanca brillante. Esto permite doblar la cantidad de luz que recibe el acuario, sin aumentar el consumo eléctrico.
Para aumentar la reflexión de la luz hemos recubierto el interior de la pantalla con papel de aluminio; el mismo que se usa para envolver alimentos. Simplemente se limpia la parte interior de la pantalla, se aplica pegamento y se pega el papel, recortando lo que sobra.
Después hemos atornillado el soporte de la reactancia por fuera, de manera que libere espacio dentro. Al final quedará en la parte trasera del acuario, con lo que no se ve. Este proceso también permite una mayor aireación, disminuyendo la temperatura de los fluorescentes y aumentado su eficacia y vida útil.
El siguiente paso consiste en separar los soportes del fluorescente, y colocarlos en el centro de la pantalla, de manera que cada soporte aguante un fluorescente. Los fluorescentes pesan muy poco, con lo que no se caerán por el hecho de tener una sola fijación.
En este caso he decidido poner dos fluorescentes de la misma potencia que el fluorescente original, el cual era de 30W. Por tanto, he de sustituir la reactancia por una del doble de potencia, en mi caso de 72W (no se fabrican de 60). También he de añadir un segundo cebador de la misma potencia que el fluorescente, que en mi caso es de 30W.
Sólo nos queda poner los portafluorescentes y cablear todo el invento. Para ello seguid el esquema que acompañamos. Procurad que los cables no toquen el fluorescente.
Para más información sobre como cablearlos, o si tenéis dudas sobre los fluorescentes a elegir, repasad el artículo La iluminación.
Pantalla para fluorescentes
Los fluorescentes son, por precio, consumo y calidad de luz, la opción más habitual a la hora de iluminar un acuario, garantizando que las plantas crezcan adecuadamente.
La pega es que los fluorescentes irradian luz hacia todas las direcciones y como el acuario esta situado debajo, se desperdicia la mayor parte de la luz. Para solucionar este problema te proponemos la realizacion de una pantalla para fluorescentes económica y facil de realizar.
Materiales
El material es sencillo de encontrar en tiendas de materiales de construcción y tiendas de elctricidad.
• Una pieza de canal de PVC. (De los que recojen el agua de lluvia de los tejados).
• Dos tapas planas para canales.
• Pintura plastica de color metálico o papel de aluminio.
• Pintura de fondo.
• Cola de contacto.
• Dos Portafluorescentes tambien llamados casquillos.
• Una base de cebador. (Existen portafluorescentes con base para cebador).
• Cable de 1.5 mm de diametro.
Construcción
Simplemente cortamos la canaleta de PVC a la medida deseada, teniendo en cuenta lo que ocupan los portafluorescentes, usando para ello una sierra de metales. Si en la tienda nos lo pueden cortar, mucho mejor.
Despues pegamos las tapas en los extremos de la canaleta. Evitaran que se escape la luz, dando un aspecto antiestético y ademas le dan solided a la canaleta.
Usando la cola de contacto pegamos los portafluorescentes. Estos son las piezas en la que va enganchado el fluorescente por los extremos. Es muy importante que esten a la distancia adecuada, por ello recomiendo pegarlo con el fluorescente puesto. Es decir, ponemos los dos portafluorescentes en los extremos del tubo y pegamos los pegamos en la parte interior de la canaleta.
Cableamos las bases entre si y con el cebador. Sacamos los cables por un orificio en el extremo porterior. No hay que olvidarse de pegar, con cola de contacto, los cables por la parte interior. Asi impedimos que toquen el fluorescente y se puedan quemar. Si no sabeis como cablearlo o teneis dudas soble el fluorescente a elegir repasar el artículo La iluminación. Recuerda poner la reactancia fuera de esta pantalla, pues el excesivo calor que desprende la estropearia.
Como el PVC refleja muy mal la luz, vamos a recubrir la parte interior con una capa reflectante. Para ello podemos usar dos métodos, que nos daran un resultado similar:
• Damos una mano de pintura base por el interior para asegurar la adherencia de la segunda capa. Una vez seco le damas tres capas de pintura niquelada dejando secar entre cada capa. La pintura niquelada la podemos comprar en spray, con lo que el resultado sera mucho mejor.
• La otra opcion consiste en pegar papel de aluminio por la parte interior. Para ello podemos usar la cola de contacto o pegamento en spray. Aseguraros de que el papel de aluminio no toca los portafluorescentes ni la base del cebador ya que provocaria un cortocircuito.
Si asi lo deseamos podemos pintar pantalla por la parte exterior y así darle el color que deseemos. Para ello darle primero una mano de pintura base. Esta pintura se adhiere muy bien al PVC y las pinturas normales se adhieren muy bien a ella. Asi evitareis que se desconche.
CONSTRUCCIÓN DE UN FILTRO DE ESPONJA
El filtro de esponja es uno de los filtros más sencillos y baratos que se pueden hacer, siendo perfectamente válido para acuarios pequeños.
Es un excelente filtro físico y funciona bien como filtro biológico. Es muy usado para los acuarios de cría, ya que la débil corriente que produce no absorbe a los alevines. Otra interesante función es para acuarios de cuarentena u hospital, ya que su pequeño tamaño y diseño permite su fácil instalación y desinstalación; Es algo así como un filtro portátil. El filtro aquí diseñado es válido para acuarios de hasta 50 litros, para acuarios mayores este tipo de filtro no es adecuado.
Materiales
La construcción no es difícil ni costosa. Todo el material necesario lo podréis encontrar fácilmente en comercios de saneamiento.
• Un tubo flexible de PVC de 5 mm de diámetro y un metro de longitud como el usado para la bomba de aire. Podéis comprarlo en cualquier tienda de material de jardinería o en tiendas de acuario.
• Un tubo rígido de PVC de 30 mm de diámetro y de 5 cm menos de largo que la altura de nuestro acuario. Podéis comprarlo en cualquier tienda de saneamientos.
• Una piedra difusora. Se puede encontrar en cualquier tienda de acuarios.
• Una esponja de poro abierto. Esta ha de tener un volumen de medio litro. Puede encontrarse en supermercados o como relleno en embalajes.
Montaje
Lo primero que debemos hacer es cortar el tubo de 30 mm de diámetro a la longitud adecuada. Esta dependerá de la profundidad de vuestro acuario, teniendo en cuenta que el filtro está situado en el fondo y el extremo superior ha de quedar unos cuatro cm por debajo de la superficie del agua. Este tubo servirá como "chimenea" para el filtro.
En este tubo mediremos la parte ocupada por la esponja, esta parte la perforaremos con todos los agujeros que podamos. Esto lo podemos hacer con un taladro. Si no disponemos de un taladro, podremos hacerle cortes con una sierra. La idea es que en esta sección del tubo pueda penetrar el agua con facilidad.
El siguiente paso consiste en hacer un orificio en el centro de la esponja, este deberá ser de un diámetro inferior a la chimenea. El orificio no ha de traspasar la esponja, ver el dibujo para hacerse una idea.
Finalmente unimos mediante el canutillo que nos sirve de conducción de aire la bomba de aire con la piedra difusora. Colocamos la piedra difusora en la parte inferior de la chimenea y colocamos la esponja en la parte inferior.
Instalación
Ahora solo queda instalar el invento en el acuario. Esto es una parte sencilla. Elegimos para ello una esquena del acuario, a ser posible que quede oculta por la decoración. La esponja debe estar apoyada en el fondo del acuario, la chimenea debe quedar sumergida a unos 4cm de la superficie.
Funcionamiento
El sistema de funcionamiento es muy simple. La bomba de aire envía aire a la piedra difusora, la cual produce finas burbujas en la parte inferior de la chimenea. Estas burbujas suben a la superficie, arrastrando el agua hacia arriba. De paso oxigenan el agua.
El resultado de este proceso es que el filtro absorbe agua por la esponja y la expulsa por la chimenea. Como vemos todo ello esta impulsado sólo por el aire. Podemos conectar el extremo de la chimenea a una bomba de agua o bien a la entrada de otro filtro, en ese caso sobraría la piedra difusora y la bomba de aire.
La función del filtrado la realiza la esponja. Esta retiene las partículas en suspensión y sirve como soporte para las bacterias que realizan el ciclo del nitrógeno.
Mantenimiento
El mantenimiento de este filtro es muy simple. Sólo necesita una limpieza periódica de la esponja a intervalos aproximados de un mes (depende mucho de la cantidad de suciedad en el acuario).
Aprovecharemos para limpiarlo durante un cambio de agua. Para ello retiramos parte del agua del acuario en un cubo. Sacamos el filtro del acuario y lo depositamos en este caldero. Estrujamos con la mano repetidas veces la esponja; veremos como el agua del cubo se ensucia y el filtro se va limpiando. Finalmente colocamos el filtro de nuevo en el acuario.
Sobra decir que el agua usada para la limpieza debe ser desechada, rellenando el acuario con agua nueva. Es aconsejable no limpiar todo el filtro al mismo tiempo. Un mes limpiar la parte inferior de la esponja, y al mes siguiente limpiar la parte superior.
Filtro con Botellas de Refresco
Este manual pretende mostrarnos la forma de construir filtros que aprovechan el uso de un aireador (bomba de aire), este filtro es usado comúnmente en acuarios pequeños de hasta 60 litros y es una variante del filtro de esponja, sumamente económica y fácil de realizar.
Los materiales
El material necesario para este montaje seguramente ya lo tienes en casa, con lo que no necesitarás comprar nada. En cualquier caso te lo detallamos:
• Una botella plástica, de preferencia de refresco. Cuanto mayor sea la botella, mejor, pero ten en cuenta que ha de quedar completamente sumergida. (Considerar una profundidad de al menos 4 cms. desde la superficie del agua a la "tapa" de la botella sumergida).
• Un trozo de hilo nylon (30 cm. serán más que suficientes).
• Una cuchilla.
• Un clavo delgado (de 2.5 cm. de largo aproximadamente).
• Un clavo grueso (de 5 cm. de largo aproximadamente).
• Alicates o tenazas.
• Fuego. De la cocina o una estufa.
Y los materiales comunes para todos los filtros de acuarios pequeños:
• La bomba de aire (Air Pump). Tambien se le conoce como motor para acuarios o aireador.
• Las mangueras para hacer las conexiones de aíre al filtro.
• Algo de gravilla o piedritas usadas en decoración de acuarios.
• Una piedra aieradora. También se le conoce como piedra difusora. La consigues en tu tienda de acuarios favorita.
• Material filtrante, grueso, es como un paño de material sintético, de uso común en filtros de esquina para acuarios. Se le puede conseguir en la tienda de acuarios. En lugar de este material filtrante puedes usar una esponja de poro abierto.
Construcción
Paso 1: Tome la botella y lávela a conciencia. Asegurese que su botella sea de bebidas o refrescos, y no una botella que haya contenido detergentes, químicos u otros tóxicos, ya que estos lo que harán será matar a sus peces cuando la introduzca en el acuario. Delimite el área que el paño filtrante cubrirá, considerando un mínimo de 15 centímetros de ancho. Cuanto más área y más ancho tenga el material filtrante, mucho mejor para la buena calidad del agua de nuestro acuario (por la formación de bacterias útiles para "limpiar" el agua).
Paso 2: Caliente el clavo delgado en su estufa o cocina. Tómelo con las pinzas o tenazas para no quemarse y perfore con él la botella plástica. La botella ha de quedar como una coladera: Observe la figura. Obviamente estos agujeritos solo se relizan dentro del área filtradora que usted delimitó en el paso anterior.
Paso 3: Tome la tapa de la botella de refresco y delimítela en dos mitades (hemisferios). Corte la mitad de la parte superior (hemisferio norte) de la botella en forma de medialuna (semicírculo), de manera que deje escapar fácilmente el aire si se coloca la botella en el agua. Para cortar el semicírculo puede fácilmente usar el mismo método que uso para dejar la botella como coladera. Para hacerlo vaya delineando el semicírculo con puntos (perforaciones) hechas con el clavo grueso (caliente). Haga los puntos tan juntos que al final la mitad de la tapa caiga por sí sola. Luego con la cuchilla puede dar un mejor acabado. En la mitad que quedo intacta haga un solo agujero grande (hágalo con el clavo grueso) de tal forma que por allí pueda pasar la manguera del aireador.
Paso 4: Es el paso final, colocar gravilla del acuario en el fondo de la botella para que no flote en el acuario. Pase la manguera que viene del aireador por la tapa, como si fuera un sorbete (popote) y coloque la piedra aireadora en la posición que indica la figura, cierre la botella con la tapa de tal forma que la piedra aireadora quede dentro. Coloque el material filtrante o esponja alrededor del filtro (vea figura). Asegure el material filtrante al filtro, use para ello el hilo nylon (atando el material filtrante alrededor del filtro).
FILTRO DE PLACA (UGF)
El filtro de placa es muy popular y conocido por nombres muy diferentes tales como, filtro de fondo, filtro bajo graba (UGF), filtro americano o filtro biológico. Este último nombre es debido a su excelente función biológica. Es uno de los filtros más sencillos y baratos de construir; referencia de muchos acuaristas. Su principal virtud es no ocupar espacio y quedar totalmente oculto debajo de la grava a excepción de la chimenea, la cual es fácilmente disimulable.
Tal y como hamos comentado es un excelente filtro biológico y funciona aceptablemente como filtro físico. Por contra muchos aficcionados le acusan de afectar negativamente al crecimiento de la plantas. Su manteniento es nulo y es apropiado para acuarios de todas las dimensiones. Para acuarios de más de un metro de longitud se recomienda modificar el diseño, de manera que se instalen dos chimeneas, una en cada extremo.
Materiales
La construcción no es difícil ni costosa. En su forma más sencilla, cuya construcción vamos a abordar, está movido por un bomba de aire. Todo el resto de material no llegará a los 12 euros y se puede encontrar en cualquier tienda de saneamiento.
• Un tubo rígido de PVC de 21 mm de diámetro. La longitud dependerá de nuestro acuario.
• Cuatro codos de PVC de 21 mm de diámetro.
• Varias 'T' de 21 mm de diámetro.
• Pegamento de PVC.
• Una sierra para metales, taladro, broca de 3 mm, guantes gruesos y demás protecciones.
Montaje
El siguiente paso es tomar las medidas para el filtro. El filtro ha de ocupar todo el fondo del acuario. Por tanto su tamaño dependerá del tamaño de vuestro acuario. Podéis guiaros por el esquema, teniendo en cuenta que los tubos van separados entre sí unos 5 cm. La chimenea, que es el tubo en posición vertical, ha de quedar a unos 2 cm por debajo de la superficie del agua; por tanto su longitud dependerá de la altura de vuestro acuario.
Una vez tomadas las medidas, cortamos el tubo a la longitud adecuada, haciéndole cortes transversales con la sierra, o bien orificios de 3 mm con un taladro. Los cortes, uno cada 2 cm, u orificios, uno cada 1 cm, han de estar solamente en la mitad superior del tubo. El tubo de la chimenea no lleva corte alguno, en él se debe practicar un orificio lo más cerca de la base posible, para introducir el canutillo de aire. A continuación ensamblamos todas las piezas (sin pegarlas) y verificar que entra correctamente en el acuario.
Antes de continuar nos aseguraremos de leer detenidamente las instrucciones del tubo de pegamento para PVC, pues de su correcta aplicación dependerá la solidez del filtro. No tocar el pegamento con los dedos y trabajar en un lugar ventilado, pues es tóxico cuando está fresco.
Finalmente procedemos a pegar todas las piezas y ya tenemos construido nuestro filtro. Solo hemos de dejarlo secar durante cuatro días, para que se evapore el disolvente del pegamento, pues en caso contrario podría envenenar a nuestros peces.
Instalación
Este filtro debe ser instalado en el fondo del acuario y debe cubrirse completamente con un capa de grava de al menos 2 cm. Introduciremos un macarrón de aire en la base de la chimenea, el cual conectaremos con una bomba de aire.
FILTRO EXTERNO CERRADO
El filtro externo hermético es uno de los mejores filtros que podemos poner en nuestro acuario. No ocupa sitio dentro del acuario y al no tener limitaciones de tamaño, su capacidad filtrante puede ser tan grande como deseemos.
Es un excelente filtro físico y funciona bien como filtro biológico. No tiene limitación en cuanto a la variedad de materiales filtrantes que podemos introducir. Es, sin duda, un filtro imprescindible para acuarios grandes.
Materiales
La construcción no es difícil ni costosa. La bomba de agua es la parte más cara, pero no os recomiendo escatimar en gastos. Todo el resto de material no llegará a las 12 euros.
• Un trozo de manguera de jardín de unos 5 cm. Podéis comprarlo en cualquier tienda de jardinería.
• Una bomba sumergible, asegurémosnos de que va a caber holgadamente dentro del filtro. Se venden en tiendas de acuariofília (usar la calculadora para averiguar la potencia adecuada).
• Un tubo rígido de PVC de 21 mm de diámetro y de 25 cm de largo.
• Un tubo rígido de PVC de 150 mm de diámetro (usar la calculadora para odtener la longitud adecuada).
• Un tapón ciego de PVC de 150 mm de diámetro.
• Un tapón de rosca, o tapón de registro, de PVC de 150 mm de diámetro.
• Dos codos de PVC de 21 mm de diámetro.
• Pegamento de PVC. Todo esto podéis comprarlo en cualquier tienda de saneamientos.
Nota: Es posible que no encontreis tapones de 150 mm. En este caso podreis usar tubos de 125 mm, que son mas comunes.
Montaje
Antes de empezar nos aseguraremos de leer detenidamente las instrucciones del tubo de pegamento para PVC, pues de su correcta aplicación dependerá que el filtro sea estanco. No tocar el pegamento con los dedos y trabajar en un lugar ventilado, pues es tóxico cuando está fresco.
Cogemos el tubo de 125 mm y le pegamos en un extremo el tapón ciego. En el otro extremo ponemos el tapón de rosca. Para que el tapón entre dentro del tubo, puede ser necesario calentar el tubo. Lo sumergimos unos minutos en agua hirviendo y así podremos deformarlo como queramos. Cortamos el tubo de 21 mm en cuatro partes iguales. Unimos cada par con un codo sirviéndonos del pegamento. Dejamos secar unas 2 horas.
Transcurridas las dos horas hacemos un agujero en la parte inferior, de manera que podamos colocar la bomba tal y como figura en el dibujo. El agujero lo hacemos con un taladro y una broca de 20 mm, de manera que el tubo pequeño ha de entrar muy ajustado. Con el mismo procedimiento hacemos el agujero superior, éste lo más arriba posible. En ambos agujeros pegamos los tubos acodados de manera que asomen por la parte interior unos 2 cm.
Dejamos secar otras dos horas. Una vez transcurridas, le damos un cordón de pegamento a todas las uniones, tanto por fuera como por dentro.
Un punto crítico es la salida del cable de la bomba. Practicamos un pequeño orificio lo más pequeño posible en la parte inferior. Hacemos un nudo al cable y lo pasamos por el agujero hasta que haga tope con el nudo. Pegamos con el pegamento de PVC y una vez seco le daremos silicona, tanto por dentro como por fuera. Ha de quedar cable suficiente para poder sacar la bomba con facilidad. Importante: Si tenemos que realizar algún empalme, este ha de quedar fuera del filtro.
Colocamos la bomba en el interior tal y como indica el dibujo. Para unirla con el tubo de salida usamos un trozo de manguera, la cual calentaremos para poder introducirla fácilmente. La bomba no debe ir pegada, pues puede que tengamos que sacarla alguna vez para limpiarla.
Ya tenemos construido nuestro filtro. Solo hemos de dejarlo secar durante cuatro días, para que se evapore el disolvente del pegamento, pues en caso contrario podría envenenar a nuestros peces.
Instalación
Este filtro puede ser instalado tanto por encima del acuario como por debajo. Para instalarlo sólo debemos unir los tubos de entrada y salida al acuario mediante mangueras flexibles. Estas mangueras podemos calentarlas, de esa manera podrán encajar en los extremos aunque tengan menor sección. Recomiendo poner a la salida y entrada del filtro dos llaves de paso, ya que permitirán el cambio del material filtrante de una forma mucho más cómoda.
Un problema que nos puede surgir es que pierda agua por la rosca. En este caso podemos apretarlo con una llave, o bien ponerle a la tapa una varilla metálica para poder hacer palanca. También es válido poner en la rosca unas vueltas de teflón, el cual podéis encontrar en tiendas de fontanería.
Sobra decir que dentro debemos colocar el material filtrante que consideremos más adecuado, como el perlón, canutillos de cerámica, etc.
Mantenimiento
El mantenimiento de este filtro es muy simple. Sólo necesita una limpieza periódica del material filtrante a intervalos aproximados de unos dos meses, dependiendo mucho de la cantidad de suciedad en el acuario. Recomiendo poner un prefiltro de esponja para minimizar la necesidad de limpieza.
Aprovecharemos para limpiarlo durante un cambio de agua. Para ello retiramos parte del agua del acuario a un cubo. Abrimos el filtro, sacamos el material filtrante y lo depositamos en este caldero. Estrujamos con la mano repetidas veces la esponja; veremos como el agua del cubo se ensucia y el material filtrante se va limpiando. Finalmente colocamos el material de nuevo en el filtro y cerramos.
Sobra decir que el agua usada para la limpieza debe ser desechada, rellenando el acuario con agua nueva. Es aconsejable no limpiar todo el material al mismo tiempo. Una vez limpiar la mitad y dejar la otra mitad para la siguiente vez.
FILTRO DE LECHO FLUIDO
El filtro de lecho fluido es una de las últimas novedades en filtrado para acuarios. Es un excelente filtro biológico mejor incluso que un seco-húmedo, pero su filtración física es nula por lo que necesita un prefiltro mecánico (el que ya teneis en vuestro acuario). Su mantenimiento es mínimo ya que es autolimpiable y con un volumen de un 1% del acuario es suficiente.
Su principio de funcionamiento es muy sencillo; un montón de arena en suspensión, la cual proporciona una enorme superficie para el asentamiento de las bacterias nitrificantes en muy poco volumen. La arena tiene en el mismo volumen 10 veces más superficie que las mejores biobolas del mercado.
Materiales.
La construcción es muy sencilla y económica. Es su forma mas sencilla, cuya construcción vamos a abordar, se encuentra dentro del acuario, disimulado por piedras y plantas. Por tanto no se necesita un sellado perfecto y el riesgo de accidentes es casi nulo.
• Una botella de refresco. Escogerla según esta tabla:
Bomba de agua Capacidad de la botella
200 l/h 0.5 litros
500 l/h 1 litro
800 l/h 1.5 litros
1200 l/h 2 litros
• Un tubo flexible de PVC, como los del filtro.
• Un kilo de arena muy fina.
• Grava gruesa de 1.5 cm de diámetro.
• Unas tijeras, taladro, broca de 3mm, guantes gruesos y demás protecciones.
La arena.
La arena es el elemento mas importante del filtro. Debe ser lo mas fina posible, pues así tendrá más superficie por unidad de volumen y será mas sencillo mantenerla en suspensión. Si es para un acuario de agua dulce no debe contener elementos calcáreos, para un acuario marino este punto carece de importancia.
Podemos obtenerla en tiendas de acuarios, donde la venden para rellenar los filtros comerciales. Las empresas de limpieza de fachadas y talleres de chapa pueden tenerla, la usan mezclada con agua como abrasivo. Finalmente las empresas de materiales de construcción también pueden tenerla. En ultimo caso podemos recurrir a arena de playa.
En caso de no comprarla en una tienda de acuarios debemos tratar la arena antes de emplearla pues, sobre todo la de playa, contienen elementos no deseables. Para ello:
• Lavar la arena con agua cuidadosamente. La ponemos en un cubo, llenamos de agua, removemos y vaciamos el agua. Repetimos el proceso hasta que el agua salga limpia. Así eliminamos la sal y lodos de la arena.
• Con la arena húmeda, pero sin agua, echamos un litro de ácido clorhídrico. Veremos que la arena hace una efervescencia: es la caliza y restos metálicos que se están disolviendo. Cuidado con los gases que desprende, pues irritan mucho la garganta. Este proceso no es necesario en caso de un acuario marino.
• Limpiamos la arena con agua, para eliminar los restos de ácido. un par de enjuages serán suficientes.
Después de este proceso la arena puede tener la mitad de su volumen, en especial si es de playa. Recomiendo hacer la prueba con una cantidad muy pequeña, y si en el proceso se consume mucho volumen, seria recomendable usar otra fuente de arena.
Montaje.
En primer lugar hemos de preparar la botella. Para ello hacemos un agujero en el tapón, de forma que entre la manguera lo mas ajustadamente posible. Con un poco de silicona podemos asegurar la unión. Después practicamos otro orificio, de unos 2 cm de diámetro, en la parte superior de la botella, que es por donde saldrá el agua.
Llenamos la botella con la arena fina hasta un tercio de su capacidad. Ponemos una esponja de poro grande en el cuello de la botella. Su misión es impedir que la arena retorne cuando el filtro esta apagado. Solo nos queda tapar la botella y colocarla en el acuario.
Para "mover" el filtro usaremos la salida del filtro que ya tenemos en el acuario. Unimos la salida de dicho filtro con una manguera a la entrada de nuestro filtro de lecho fluido. Colocamos el filtro original en un extremo del acuario, y el filtro de lecho fluido en el otro extremo, para si asegurar una buena circulación de agua. La manguera puede ir enterrada en el sustrato, pero verificar que no tiene curvas pronunciadas, pues el flujo de la bomba quedaría muy mermado.
Una vez en funcionamiento hemos de ver como la arena forma un remolino en el interior, elevandose hasta los dos tercios de la botella. Si la arena no se eleva o bien hemos escogido una arena muy gruesa o bien la botella es excesivamente grande para vuestro filtro. En caso de que se eleve mas de un tercio y se escape mucha arena el problema esta en que la botella es demasiado pequeña. Podríamos solucionarlo haciendo un pequeño agujero en la manguera, de forma que escape algo de agua antes de llegar al filtro de lecho fluido.
Mantenimiento.
Este filtro se va limpiando el solo por su proceso de funcionamiento. El único mantenimiento consiste en reponer la poca arena que haya escapado un par de veces al año.
DESNITRIFICADOR
La función de un desnitrificador en nuestro acuario es la de completar el ciclo del nitrógeno transformando los nitratos (NO3) en nitrógeno gaseoso (N2) que se elimina en la atmósfera. Esto aumentará la calidad del agua con el consiguiente beneficio para nuestros peces. Usar el desnitrificador no es disculpa para alargar el tiempo entre cambios de agua.
Esta desnitrificación es llevada a cabo por bacterias anaerobias que viven sin oxígeno alimentándose de los compuestos nitrogenados. El sistema es bien simple y consiste en hacer correr un flujo lento de agua del acuario a través de un tubo fino de unos 30 metros de longitud. En la primera porción del tubo anidarán colonias de bacterias aeróbicas que irán agotando el oxígeno disuelto en el agua y en el último tramo el tubo anidarán las bacterias anaerobias que, en ausencia de oxígeno, convertirán los nitratos en nitrógeno gaseoso.
Materiales
La construcción no es difícil ni costosa. Todo el material necesario lo podréis encontrar fácilmente en comercios de saneamiento y de materiales de jardinería. Necesitaremos:
• Un tubo flexible de PVC de 5 mm de diámetro y 30 metros de longitud. El usado para la bomba de aire vale perfectamente. Podéis comprarlo en cualquier tienda de material de jardinería o en tiendas de acuario. Este tubo formará la bobina en donde anidarán las bacterias.
• Un tubo rígido de PVC de 150 mm de diámetro y de 35 cm largo como los que se usan en los desagües de las viviendas. Podéis comprarlo en cualquier tienda de saneamiento. Este tubo encapsulará todo el invento.
• Dos tapaderas de PVC, siendo una desenroscable para permitir la eventual limpieza del mecanismo. Han de tener el diámetro del tubo anterior.
• Un tubo de PVC de 40 mm diámetro y 30 cm de longitud. Nos servirá de soporte para la bobina.
• Material aislante. Evitará las pérdidas de calor de la bobina.
• Una llave de las que venden en las tiendas de jardinería para riegos por goteo para conseguir la regulación del caudal.
Montaje
Sobre el tubo de 4 cm de diámetro arrollamos el canutillo flexible formando un bobina. Dejaremos un extremo de un metro de largo, el otro de 10 cm. Esta bobina proporcionará la superficie necesaria para el asentamiento de las bacterias.
La temperatura adecuada para las bacterias anaeróbicas oscila entre 25 y 30ºC. Por ello envolveremos la bobina en cualquier aislante de manera que el agua interior bastará para mantener la temperatura adecuada.
El contenedor exterior está fabricado con el tubo de 150 mm de diámetro, al que pegaremos en el extremo inferior una tapadera de PVC. Perforamos la tapadera y en el orificio pegamos la llave de paso. Realizamos una segunda perforación para pasar el canutillo de salida. Por el orificio de salida pasamos el extremo más lago de la bobina, conectando el corto a la llave de paso. Introducimos la bobina en el contenedor así formado y colocamos la tapa superior.
Instalación
Ahora sólo queda instalar el invento en el acuario, esto es lo más importante. El agua de entrada se ha de coger de la salida del filtro mecánico para evitar que el desnitrificador se obture.
Si el flujo es excesivamente lento o se para durante mucho tiempo, emanará un gas con olor a huevos podridos que es tóxico para nuestros peces, por eso la salida se llevará directamente al oxigenador o al filtro seco-húmedo. Las bacterias anaerobias que escapen no nos deben preocupar, ya que en presencia de oxígeno morirán rápidamente.
Regulación
Regularemos el flujo de agua hasta conseguir un caudal de 2 gotas por segundo. Cada dos meses comprobaremos, con un test de nitratos, que en la salida del desnitrificador tenemos una cantidad baja de nitratos. Si el test no nos detecta nada aumentaremos ligeramente el caudal, si el test detecta una cantidad elevada disminuiremos el caudal. Un olor a huevos podridos en la salida indicará un caudal demasiado lento o que el caudal se ha parado durante algún tiempo. La presencia de nitritos en la salida indica un flujo demasiado rápido.
Una vez conectado el sistema a nuestro acuario, deberéis tener en cuenta que no entrará en funcionamiento hasta transcurridos unos 40 días, tiempo necesario para que se vayan formando en las paredes internas de la bobina las correspondientes colonias de bacterias necesarias.
Las bacterias necesitan carbono para poder desarrollarse. Añadir un terrón de azúcar por cada cien litros una vez al mes proporcionará el carbono necesario y no hará daño a los habitantes de acuario.
UN FILTRO DE AIRE
Os proponemos este sencillo proyecto. Con un coste de 3 € conseguiréis un filtro físico y químico de aire, que proporcionará aire puro a vuestros peces.
Una breve historia: al poco tiempo de montar mi acuario me encontré que mis primeros peces enfermaban y morían sin ninguna razón aparente. El agua estaba bien, la decoración del acuario fue escogida con cuidado y sin embargo los peces parecían intoxicados. El problema, como pronto descubrí, estaba en el aire. La bombra de aire la tengo ubicada en el mueble del acuario y en ese mismo mueble había guardado el pegamento y la silicona que usé para mis proyectos de bricolaje. Los vapores de estos productos habían pasado al acuario por la bomba de aire.
En una casa hay en el ambiente un montón de tóxicos como el humo de tabaco, productos de limpieza, contaminación... Estos pasan al acuario muy eficazmente a través de la bomba de aire, envenenando o estresando a los peces. La forma de evitarlo es filtrar el aire.
Materiales
Para realizar nuestro proyecto necesitaremos los siguientes materiales. Las medidas son aproximadas y admiten amplios márgenes de tolerancia.
• Carbón activo. El que usamos para filtrar el agua vale perfectamente.
• Perlón. El que se usa en filtros nos servirá.
• Tubo de PVC transparente de 1,5 cm de diámetro y 30 cm de longitud. Se puede encontrar en cualquier tienda de jardinería.
• Canutillo de PVC flexible de 5 mm de diámetro. El mismo que usamos para la bomba de aire.
• Silicona. Cualquier silicona nos puede servir.
Construcción
Pegaremos con silicona el canutillo en un extremo del tubo, rellenado con silicona el espacio sobrante, para impedir la fuga de aire. Seguidamente rellenaremos ese extremo con dos centímetros de perlón cuidando de que no quede apretado, lo cual dificultaría el paso del aire. Dejamos secar la silicona durante un día.
El siguiente paso consiste en rellenar el tubo con carbón activo hasta 5 cm del final. Taponamos ese extremo con dos centímetros de perlón, también sin apretar, y le acoplamos el canutillo sellándolo con silicona, al igual que el otro extremo. Dejamos secar la silicona durante un día. Finalmente le acoplamos la bomba de aire y lo dejamos secar, con aire circulando en su interior durante otros tres días.
El mantenimiento es sencillo. Cuando el carbón se compacte demasiado voltearemos el filtro, removiendose el medio filtrante de paso. Una vez al año, más a menudo en lugares muy contaminados, cortamos un extremo renovando el carbón activo.
SIFONADOR DE FONDO
Os presento este artilugio que he inventado para limpiar la gravilla y cambiar el agua del acuario al mismo tiempo, que es muy eficaz, rápido y baratísimo.
Como todos sabemos, hay varias maneras de limpiar la suciedad que queda amontonada en la gravilla y al mismo tiempo cambiar el agua del acuario. Cada acuariófilo tiene su propia manera y seguro que muchos habréis comprado limpiadores de fondo comerciales, que también son muy efectivos.
Dejando a parte los limpiadores comerciales y centrándonos en nuestros diferentes métodos caseros, seguro que la mayoría utilizáis el típico método de mantener un extremo de un tubo flexible dentro del acuario y con la boca succionar el agua a través del otro extremo. Pero este método requiere algo de práctica. Entonces puede que el agua no fluya o fluya con muy poca fuerza o tengáis que tragar sin querer un poco de agua del acuario.
Pues bien, en el método que yo os presento no ocurre esto y además se consigue que fluya el agua con mucha más fuerza que succionando con la boca. Se basa en otros principios físicos similares.
El material
• Un botellín de agua de 33 centilitros aproximadamente (botella pequeña de agua que sirven en los bares).
• Un tubo flexible de plástico de diámetro 1 cm y longitud 175 cm aproximadamente.
• Silicona (opcional).
Construcción paso a paso
Hacer un agujero con un taladro o punzón gordo en el centro del tapón del botellín del mismo diámetro que el tubo flexible, y mejor si mide menos, para así poder encajar perfectamente el tubo con un poco de fuerza sin que luego salga el agua o el tubo se suelte. Si queremos asegurar bien el tubo al tapón de la botella podemos poner un poco de silicona en el punto de encaje de ambos, para que luego no derrame agua. Debemos introducir una pequeña parte del tubo dentro de la botella a través del tapón, pero muy poco, 1 cm o menos.
Cortamos la base de la botella con una sierra o tijeras de manera que quede abierta por debajo como si fuera una campana.
Enroscamos bien fuerte el tapón a la botella con el tubo ya acoplado.
Utilización
Rellenamos el botellín con agua del acuario por su base abierta manteniendo cerrado el extremo del tubo flexible con el dedo pulgar de la otra mano. Levantamos el botellín verticalmente fuera del agua y esperamos hasta que haya salido el aire que había dentro del tubo y esté lleno de agua. Veremos que salen burbujas por el botellín como se ve en el esquema 1,
Ahora sumergimos el botellín nuevamente dentro del acuario en posición diagonal tal y como se ve en el esquema 2 y esperamos otra vez a que salga el aire del botellín.
Luego ponemos el botellín verticalmente sobre la gravilla del acuario por su base abierta y retiramos el dedo pulgar del tubo flexible. Veremos que el agua fluye con fuerza y automáticamente removiendo la suciedad de la gravilla como se indica en el esquema 3.
Debemos mantener el botellín bien ajustado con la gravilla del acuario y removiendo ésta de vez en cuando para que la suciedad salga y sea succionada.
Si tenemos plantas naturales, no limpiar la gravilla alrededor de estas en un radio de unos 5 cm aprox. porque podríamos dañar sus delicadas raíces.
SIFÓN PARA ACUARIOS
Para poder instalar muchos filtros externos como un seco-humedo o un skimmer es necesario agujerear el acuario o instalar un sifón. Como la primera opción es muy complicada, ya que existe riesgo de quebrar el acuario, te recomendamos construir un sifón. En este artículo encontrarás instrucciones detalladas de como hacerlo.
Materiales
Los materiales necesarios se pueden encontrar en cualquier tienda de plásticos o de saneamiento. Son muy baratos.
• Dos codos de PVC de 20 mm.
• Un tubo de PVC de 20 mm de diámetro y 20 cm de longitud.
• Una válvula de aire. La misma que usamos para la bomba de aire.
• Plancha de PVC. Con unos recortes tendrás suficiente.
• Pegamento de PVC.
• Una sierra para metal y un taladro con broca para metal.
Esquema
En primer lugar realizaremos las dos cajas de PVC (9) y (10). Estan hechas en PVC y tienen unas medidas de 15 cm de alto, 8 cm de ancho y 3 cm de fondo.
A una caja (10) le practicaremos varias hileras de agujeros (11). Ten en cuenta que estos agujeros marcarán la altura del agua del acuario. Por tanto hay que realizarlos en los 7 cm superiores de la caja.
En la otra caja (9) haremos un agujero en el fondo. En este agujero pegaremos una sección de tubo de 15 cm de longitud y 2 cm de diametro (7). En el interior de la caja han de quedar 6 cm de tubo, de manera que el borde quede 2 cm por debajo de los orificios de la otra caja. Este tubo sera la salida al filtro.
Después pegamos las dos cajas mediante un trozo de PVC, el cual está transpasado por dos tornillos (4) con los cuales regularemos la altura del sifón. Ten en cuenta que el sifon va apoyado sobre el vidrio del acuario (8). Por tanto la separación de las cajas depende de tu acuario.
Por último construir una U invertida. Para ellos usamos dos codos de PVC (2) y (3) a los cuales pegamos dos trozos de tubo de 13 cm de longitud y 2 cm de diámetro. En uno de los codos insertamos la válvula de aire (1), que nos servirá para cebar el sifón. Sólo nos resta poner la U invertida en las cajas, teniendo la precaución de que los extremos inferiores queden a unos 2 cm del fondo de la caja.
Ten en cuenta estos detalles, o no funcionará correctamente:
• Los bordes inferiores de los tubos (5) y (6) han de quedar a aproximadamente 2 cm del fondo de las cajas.
• El tubo de salida (9) ha de quedar 2 cm por debajo de los agujeros (11)
• Los bordes inferiores de los tubos (5) y (6) han de quedar al menos 2 cm por debajo del borde superior del tubo de salida (7)
• La válvula de aire (1) ha de estar en la parte superior del codo (2). Si no será imposible cebar correctamente el sifón.
Instalación
Simplemente tenemos que poner el sifón en un lateral del acuario. Al tubo de salida (7) conectamos una manguera de plástico flexible que llevará el agua al filtro exterior.
Mediante los tornillos (4) regulamos la altura del sifón, marcando con ello el nivel del agua del acuario. Esta es una de las ventajas del sifón. La posibilidad de regular el nivel del agua independientemente de la evaporación.
Ayudándonos de un canutillo de goma, como el de las bombas de aire, succionamos en la válvula (1). De esta manera cebaremos fácilmente el sifón. Evidentemente para realizar esta operación las dos cajas (5) y (6) han de contener agua.
Ahora ya tenemos el sifón instalado y funcionando. Sólo te queda simular los posibles fallos para ver que no ocurra ningún desastre. En primer lugar desenchufa la bomba de agua simulando un corte de corriente eléctrica. El sifón se debería parar y el filtro exterior no debería desbordarse. Al volver a conectar la bomba debería ponerse todo en funcionamiento por sí solo.
El otro posible fallo sería que se descebase el sifón. Para simularlo abre la válvula de aire (1) y desenchufa la bomba. La U invertida se llenará de aire. Vuelve a conectar la bomba, verás como el filtro se vacía y el acuario se llena de agua. Verifica que el nivel de agua no suba en exceso y el acuario se desborde.
CO2 GRATIS
Las plantas como todos los seres vivos, necesitan de nutrientes apropiados poder vivir. El CO2 es uno de sus principales nutrientes y su única forma de obtenerlo es del que se encuentra disuelto en el agua. Por eso una elevada cantidad de CO2 aumenta enormemente el crecimiento.
Hablemos de cantidades
El CO2, como todos los nutrientes, puede ser perjudicial si se encuentra en exceso. Los peces son los principales afectados. Una alta concentración de CO2 ralentiza la transferencia desde la sangre del pez al agua. Eso produce en los peces una falsa sensación de asfixia. Los peces no se asfixian, pero si se estresan y acaban muriéndose.
El contenido de CO2 en un acuario vacío es de 0,5 mg/l. Este equilibrio es mantenido por intercambio con la atmósfera y en lugares contaminados puede llegar a 1 mg/l. En un acuario medianamente poblado la respiración de los peces lo sube a 2 ó 3 mg/l. Si impedimos la disipación y en un acuario bien poblado, podemos doblar esta cantidad, aunque 7 mg/l es una cantidad inferior a la ideal, pero suficiente para que casi todas nuestras plantas crezcan sin problemas.
El nivel óptimo para las plantas depende de la cantidad de nutrientes y sobre todo de la luz. En cualquier caso podemos decir que un rango de 10 a 20 mg/l es óptimo. Hasta un nivel de 35 mg/l estamos en un completo margen de seguridad y por encima de 40 mg/l nuestros peces se sentirán afectados.
Esto se resume en la siguiente tabla:
CONTENIDOS DE CO2
Acuario vacío 0,5 mg/l
Acuario vacío en una ciudad contaminada 1 mg/l
Acuario con peces 3 mg/l
Acuario sin pérdidas 7 mg/l
Ideal para las plantas 10 - 20 mg/l
Concentración segura 35 mg/l
Concentración tóxica > 40 mg/l
Concentraciones máximas
Como vemos no es aconsejable superar la cantidad de 35 mg/l. ¿Cómo sabemos que no la superaremos?. La cantidad de CO2 que se puede disolver en el agua (saturación) depende de tres factores; la temperatura que estimaremos en 25 grados centígrados, la acidez expresada en pH y la dureza carbonatada expresada en °dKH. La fórmula es: 10^(7,48-pH+@LOG(KH))
Los valores de esta tabla están dados para 26°C, temperatura ideal para la mayor parte de los peces, a 30°C el contenido de gases disueltos en el agua baja drásticamente. Los valores de esta tabla son muy precisos, pero las medidas de pH y KH no suelen serlo. Cuidado con la dureza pues los test de KH se ven afectados por los iones metálicos.
Como podemos ver los límites tóxicos de concentración son difíciles de superar. Para un acuario de vivíparos con un pH de 7,2 considerado ideal para estas especies, el contenido peligroso se alcanzaría con unos 20 ºdKH. Para uno de cíclidos con un pH de 8 no lo alcanzaríamos por muy dura que fuera el agua. Para los discos que, en teoría, necesitan un pH de 6.8 al necesitar agua blanda, con dureza menos de 10 ºdKH tampoco se alcanzaría el límite de toxicidad. En la práctica el límite de CO2 lo da la bajada de pH que se produce al inyectarlo.
Disminuir las pérdidas
¿Cuál es el método más barato para tener CO2 en nuestro acuario? Pues la respuesta es evidente: evitar que el que producen los peces, de forma totalmente altruista, no se escape del acuario. Como podemos apreciar en la primera tabla reduciendo las pérdidas alcanzaremos una concentración cercana al ideal y eso sin gastarnos un duro. En caso de querer alcanzar la concentración ideal necesitaremos un inyector de CO2, pero eso no nos servirá de nada si no evitamos la pérdidas.
El CO2 escapa del acuario a través de la superficie de contacto entre el aire y el agua. Por eso procederemos a:
• Evitar turbulencias en la superficie.
• Si tenemos un retorno de agua del filtro que cae en cascada, sumergirlo.
• Los filtros seco-húmedos eliminan el CO2
• Los aireadores están totalmente fuera de lugar.
• El acuario ha de estar tapado.
• No debe haber corrientes de aire por la superficie del agua.
• En los filtros impulsados por burbujas debemos acoplarles una bomba de agua y suprimir las burbujas.
El oxígeno
El contenido de oxígeno no disminuye por un aumento del contenido de CO2. Todo lo contrario, con abundancia de CO2, luz y nutrientes las plantas realizan tal cantidad de fotosíntesis que el agua se satura de oxígeno de tal manera que podemos observar finas hileras de burbujas.
Por este motivo no hemos de preocuparnos de la carencia de oxígeno, ya que las plantas producirán de sobra para los peces. Y sin necesidad de desgastar nuestra pobre bomba de aire.
Por la noche el proceso deja de funcionar. Las plantas dejan de producir oxígeno y pasan a consumirlo. Ademas sin luz tampoco son capaces de aprovechar el CO2. Por eso podemos llegar a niveles de oxígeno peligrosamente bajos. Para evitarlo usaremos un piedra difusora con su bomba de aire.
Si después de tres horas de oscuridad los peces boquean en la superficie, sabremos que el nivel de oxígeno es demasiado bajo. Conectaremos la bomba de aire a un reloj programador aireando el agua sin preocuparnos de las plantas, ya que sin luz no asimilan el CO2 sino que lo producen. El reloj lo programaremos para conectarse en cuanto se apagen las luces, desconectándolo una hora antes del encendido de las luces. De esa manera daremos tiempo a que el CO2 alcance una concentración adecuada en el momento de iluminación.
El pH
La inyección de CO2 afecta al pH del agua, ya que en disolución forma ácido carbónico bajándonos el pH a niveles de 5 e incluso inferiores. Sin aportes artificiales este hecho no nos debe preocupar ya que las concentraciones son demasiado bajas para provocar cambios drásticos de pH. Cuando lo inyectamos es un motivo a tener muy en cuenta.
En resumen. Suprimiendo la aireación podemos alcanzar concentraciones de CO2 cercanas a las ideales sin preocuparnos de la bajada de pH o de alcanzar concentraciones tóxicas. Es una forma sencilla y gratuita de estimular el crecimiento de nuestras plantas.
FABRICA TU CO2
Existen varios motivos para añadir CO2 en el acuario. Principalmente nos proporciona un método sencillo e inocuo de bajar el pH y principalmente aumenta espectacularmente el crecimiento de las plantas. Hay que tener en cuenta que no es una panacea, las plantas necesitan principalmente luz y nutrientes, y mientras que no los tengan el CO2 no lo podrán aprovechar. También hay plantas, como la de la fotografía, que difícilmente pueden sobrevivir sin un aporte extra de CO2.
El problema es que los inyectores de CO2 son caros. Os propongo un método sencillo y económico de fabricarlo e inyectarlo.
Producir CO2
El método más sencillo de producir CO2 es por fermentación. La levadura es capaz de transformar el azúcar en alcohol y dióxido de carbono. Este último será lo que aprovecharemos resistiendo la tentación de bebernos el alcohol. Para ello necesitaremos:
• Una botella de refresco de 2 litros.
• Un canutillo de PVC flexible. Vale perfectamente el del aireador.
• Pegamento o silicona.
• Una cucharada pequeña de levadura. Necesariamente ha de ser levadura de panadería, Maizena tiene una. No valen levaduras químicas. Si tienen bicarbonato, es indicación de que no valen.
• Azúcar. Vale cualquiera, la más barata del supermercado.
• Agua del grifo.
Perforamos el tapón de la botella de refresco y introduciremos el canutillo de PVC en el orificio, el orificio ha de ser más pequeño que el tubo, para que entre a presión y no haya pérdidas. Sellamos la unión con silicona o pegamento para evitar fugas. Una vez seco preparamos la mezcla descrita a continuación y tapamos. Con ese simple paso concluimos la parte mecánica del asunto. Para preparar la mezcla que producirá el CO2 seguiremos estos pasos:
1. Añadimos un litro de agua templada en la botella.
2. Añadimos 1 vaso de azúcar, tapamos y agitamos hasta disolverla.
3. Disolvemos en un vaso de agua fría una cucharada pequeña de levadura.
4. Añadimos la levadura a la botella.
5. Rellenamos con agua fría hasta 4 centímetros de la boca.
Como véis es sencillo. Ahora se trata de ir variando las proporciones para obtener burbujas de CO2 durante el mayor tiempo posible. Las burbujas las contamos al día siguiente y debe producir una burbuja cada 3 ó 7 segundos. La producción se para porque se agotan los nutrientes (el azúcar) o la levadura se muere por el exceso de alcohol en la mezcla. Por tanto:
• Aumentar la cantidad de azúcar aumenta el tiempo. Después de un cierto límite más azúcar no incrementa la duración.
• Aumentar la cantidad de levadura aumenta la frecuencia de las burbujas, pero disminuye la duración.
• Aumentar la temperatura también aumenta la frecuencia de las burbujas y disminuye la duración.
• Aumentar la capacidad de la botella puede operar en ambos sentidos.
• El pH también tiene influencia, aunque desconozco el pH ideal.
Disolver el CO2
La dificultad del asunto consiste en la forma de disolver el CO2 producido en el agua del acuario. Si simplemente introducimos el CO2 producido dentro del agua del acuario, este escaparía rápidamente hacia la superficie y el CO2 que lograríamos disolver sería prácticamente nulo. Es preciso idear un sistema que nos permita disolver el CO2 producido sin que escape a la superficie.
El método más sencillo consiste en inyectar las burbujas a la entrada de la bomba del filtro. Este las romperá fínamente permitiendo la disolución dentro del filtro. Otra forma consiste en depositarlas en un campana invertida, haciendo pasar por ella el retorno del filtro. Finálmente podemos preparar un dispositivo de almacenamiento descrito en mejoras del CO2.
En cualquier caso, necesitamos que el CO2 permanezca en el acuario. Para eso recomendamos seguir el artículo CO2 gratis.
Exceso de CO2
Con este método casero es imposible controlar la cantidad de CO2 que inyectamos. Por eso recurriremos a la siguiente tabla para garantizar que la concentración no alcance valores tóxicos. Variaremos las condiciones para asegurarnos que el nivel no llege a 40 mg/l. No se os ocurra usar una llave de aire para regular el caudal de CO2 pues la presión podría reventar la botella poniéndolo todo perdido.
CONTENIDO DE CO2 EN MILIGRAMOS POR LITRO
KH\pH 6.0 6.2 6.4 6.6 6.8 7.0 7.2 7.4 8.0
0.5 15 9.3 5.9 3.7 2.4 1.5 0.9 0.6 0.2
1.0 30 19 12 7 5 3 1.9 1.2 0.3
1.5 44 28 18 11 7 4 2.8 1.8 0.4
2.0 59 37 24 15 9 6 4 2.4 0.6
2.5 73 46 30 19 12 7 5 3 0.7
3.0 87 56 35 22 14 9 6 4 0.9
3.5 103 65 41 26 16 10 7 4 1.0
4.0 118 75 47 30 19 12 6 5 1.2
5.0 147 93 59 37 23 15 9 6 1.5
6.0 177 112 71 45 28 18 11 7 1.8
8.0 240 149 94 59 37 24 15 9 2.4
10 300 186 118 74 47 30 19 12 3
15 440 280 176 111 70 44 28 18 4
Otro efecto de la inyección de CO2 es la bajada de pH. Como todos sabéis el pH es mucho más estable con un dureza carbonatada (KH) alta. Por eso mantendremos esta dureza en el valor más alto posible, según refiere la tabla. Esto también es muy importante pues en caso contrario la cantidad disuelta será siempre muy baja. La posible variación de pH debemos medirla y controlarla manualmente. En cualquier caso, para controlar la cantidad disuelta se recomienda construir un test de CO2
Cuidado con los valores de dureza y acidez. Los peces tienen sus necesidades específicas, pudiendo variarlas dentro de un margen. En cualquier caso las variaciones han de ser muy lentas.
MEJORAS DEL CO2 CON LEVADURA
Las bondades del sistema de levadura son varias: principalmente, que no hay que hacer un desembolso económico importante para adquirir el equipo comercial, y segundo que no tienes que ir de un lado para otro con tu bombona vacía, como parece que les esta ocurriendo a algunos, para ver donde te la cargan teniendo que, nuevamente, pasar por taquilla.
El principal inconveniente de la levadura, es que una vez que se inicia la reacción química de descomposición del azúcar, eso no hay quien lo controle por lo que, conforme la levadura se multiplica la generación de gas aumenta, y a medida que desciende el volumen de azúcar y se acidifica la mezcla, el caudal de CO2 disminuye hasta que el total de la levadura muere por coma etílico.
Esto nos puede ocasionar dos problemas concretos:
1. Que en el momento alto de la generación de CO2 estemos inyectando más CO2 del que las plantas absorben, y podemos llegar a parámetros tóxicos para los peces. Este riesgo aumenta por las noches.
2. Si por la noche desconectamos la tubería de CO2 del cuello de la botella para no correr riesgos, estamos perdiendo y lanzando a la atmósfera un gas precioso que estamos generando con nuestro azúcar y nuestra levadura, ya que la generación no se puede controlar, ni parar, y si se nos olvida desconectar podemos llegar durante la noche a alcanzar niveles tóxicos igualmente.
Descripción del sistema
La primera parte consiste en regular el caudal de gas carbónico que inyectamos en el acuario. Para ello solo lo podemos realizar de una forma, poniendo una válvula estranguladora en el tubo, y ajustar el número de burbujas/minuto, a lo que nos interese, pero ¿Qué hacemos con el excedente de gas? Evidentemente si todo el CO2 generado no se puede escapar a nuestro acuario la presión dentro de la botella aumentará hasta reventarla. Para que esto no ocurra a la salida del tapón de la botella colocaremos un racor con forma de T para que el gas tenga dos salidas, una al acuario y otra a un GLOBO de goma como los de los niños. El excedente de gas se ira acumulando en el globo que es mucho más flexible que la botella, así que esta no correrá ningún riesgo. Cuando la reacción disminuye o incluso finaliza el globo permitirá seguir abonando durante un tiempo con el mismo caudal de burbujas. Si durante el transcurso de la reacción vemos que el globo toma unas dimensiones peligrosas, siempre podemos quitar el tubo y dejar escapar un poco de gas.
Costo: 1 globo 0.03 €, racor en T 0.6 € quizá menos, estrangulador 3 €.
Automatizar la inyección de CO2
Ahora podemos automatizar la inyección de CO2 pues ya disponemos de un pulmón de almacenaje. Esta parte también servirá para los equipos de bombona. La idea es desvincularnos totalmente de la puesta en marcha y parada del equipo de CO2 sea de la naturaleza que sea.
Como la inyección solo ha de realizarse cuando la luz esta encendida necesitaremos, o bien un programador similar al de la luz del acuario, o el propio programador de la luz. Esta ultima opción no nos permitirá gobernar las dos cosas por separado, (yo tengo uno para cada cosa). Intercalaremos una electroválvula, que en neumática se denominan 3/2 vías normalmente cerrada, es importante que esta válvula sea de las llamadas de acción directa y que funcione a la tensión que tenemos en casa (en España 220 Volts). Es importante la acción directa ya que la mayoría de las electroválvulas que funcionan en sistemas industriales son servopilotadas osea que emplean la presión de red para abrirse o cerrarse, y necesitan en torno a los dos bar para que funcionen, esta presión es mucho mayor de la que genera nuestro reactor de CO2. También podríamos emplear válvulas especiales para trabajar en vacío, que no necesitan presión de red, pero son enormemente caras. Bueno que me voy, la tenemos que intercalar entre la botella y el contador de burbujas, de tal forma que cuando accionemos la electroválvula por medio del programador, que habremos programado en relación a las horas de iluminación del acuario, esta abrirá y dejará pasar el CO2 con el caudal que nos limita el estrangulador que hemos puesto en el paso primero. Por la noche esta válvula deberá estar en reposo y así no pasará gas al acuario, el generado durante la noche se acumulará en el globo. Yo he intercalado pequeños descansos en el proceso de la válvula, esto viene bien para que la bobina que acciona la válvula se enfríe, ya que con el uso normal se calienta. Esta válvula puede costar de 5 a 8 mil pesetas y la pueden comprar en cualquier suministro industrial, o almacén de Neumática e Hidráulica.
INYECCIÓN DE CO2 CON BOMBONA
Ya sabemos lo beneficioso que es la inyección de CO2 (dióxido de carbono ó anhídrido carbónico) para las plantas acuáticas. hay muchos sistemas de suministrar CO2 a un acuario, pero quiza la mas profesional sera la inyecion con bombona.
La inyeccion con bombona nos asegura una regulación precisa de la cantidad de CO2 inyectado. Tambien nos dara una larga duración -hasta seis meses- sin ningun tipo de mantenimiento.
Materiales
• Bombona. Una bombona de CO2 o un extintor en deshuso. Mira la pegatina de cualquier extintor y tendras el telefono de donde los venden en tu localidad.
• Regulador de presión. Podras encontrarlo en tiendas de equipos de soldadura.
• Dos manómetros. Compralos en empresas de extintores.
• Llave de tornillo micrométrico. Es una llave que permite un ajuste muy fino.
• Valvula eléctrica. Cómprala en tiendas de repuestos de electrodomesticos.
Descripción del equipo y funcionamiento
Garrafa: Es una bombona que contiene el CO2.
Regulador de presión: Similar a las que se utilizan en equipos de soldadura autógena. Debe ser lo más preciso posible para que la presión en la cámara de baja se mantenga en el valor deseado en forma constante. Por tanto es recomendable usar uno de doble cámara.
Manometro de alta: Nos indica la presión de la botella de CO2, lo cual nos dara una idea de cuando esta casi vacía. Cuando esta llena la presión está en el orden de 60 a 70 Kg/cm2.
Manometro de baja: Nos indica la presión en la cámara de baja, esta presión debe ser del orden de los 0,8 a 1,5 Kg/cm2, dependiendo del tipo de elemento que regulará la cantidad de burbujas. Hay reguladores que incorporan los dos manómetros.
Válvula eléctrica: Va conectada a los fluorescentes. Esto nos permite desconectar la inyección de CO2 cuando se apagan las luces. Recuerda que sin luz las plantas no son capaces de aprovechar el CO2. De esta manera la botella de CO2 nos dura el doble y tendremos menos oscilaciones de pH. Si quieres, puedes prescindir de esta válvula.
Tornillo micrométrico: Es el encargado de recibir el CO2 que viene de la cámara de baja y regular la salida del gas hacia el circuito que lo llevará al acuario. Este es un tornillo de paso fino que trabaja como una canilla (Llave 3) pero permite hacer una regulación precisa sobre la cantidad de burbujas que pasarán al acuario.
Contador de burbujas: Es necesario conocer el flujo de CO2 que ponemos en el acuario, un método práctico es el de contar la cantidad de burbujas por minuto que suministramos. Su construcción es muy sencilla, un tubo de ensayo, un tapón de goma y dos tubos de vidrio de 5 mm de diámetro como se ve en la figura. Este contador también sirve como lavadero del gas.
La inyección
En primer lugar abrimos la llave 1 a tope, permitiendo de esta forma que el gas salga de la bombona y entre en el circuito. A continuacion con la llave 2 regulamos la presión hasta que el manómetro de baja marque entre 0,8 y 1,5 Kg/cm2. Finalmente regulamos la llave 3 hasta tener el numero de burbujas deseado.
Los flujos de CO2 generalmente utilizados están entre 60 a 120 burbujas/minuto, dependiendo de la cantidad de plantas que tenga el acuario y la capacidad del mismo.
La mejor forma de inyectar el CO2 es mezclarlo finamente con el agua de nuestro acuario, si ya tenemos funcionando una bomba, sea en un filtro interno o externo como se indica en el diagrama, conectaremos la salida del contador a la entrada de la bomba por medio de una manguerita plástica.
Otros datos
Debe tenerse en cuenta, que el valor del pH varía con la concentración de CO2, entonces si la inyección es continua, durante la noche el valor del pH tenderá a bajar y durante el día a subir. La diferencia del valor del ph entre la noche y el día depende de la dureza temporal KH (dureza de carbonatos) del agua. Suele ser de 2 a 5 décimas de grado.
FABRICA TU TEST DE CO2
Existen diferentes test de CO2 pero son caros y de corta duración. El sistema aquí propuesto barato y sencillo de realizar y nos permitirá tener un indicador constante de la cantidad de CO2 presente en el agua del acuario.
Todos sabemos que inyectar CO2 en exceso acarrea consecuencias negativas. Los peces sólo pueden soportar una cantidad máxima y la acidez puede caer sustancialmente. Por eso te recomendamos la construcción de este medidor.
Principio de funcionamiento
El principio es muy simple. Todo el mundo sabe que el CO2 al disolverse acidifica el agua de forma proporcional a la cantidad disuelta. Mediante este mecanismo, la concentración de CO2 en el líquido medidor y en el acuario es la misma cuando se hallan en equilibrio.
Partiendo de esta base, y con una disolución valorada, podremos saber la cantidad de CO2 disuelta en el acuario con sólo medir el pH del líquido de prueba.
Materiales
La construcción es muy sencilla y los materiales muy baratos. Todo el material necesario lo podréis encontrar fácilmente. Necesitaremos:
• Una probeta en forma de U. La forma exacta y tamaño carecen de importancia.
• Unas gotas de test de pH. El test debe tener la mayor precisión posible.
• NaHCO3. Se puede encontrar en farmacias o laboratorios.
• Un litro de agua destilada. Puede encontrarse en los supermercados.
Montaje
Lo primero que hemos de hacer es el liquido medidor. Para eso disolveremos en un litro de agua destilada 0.119 gramos de NaHCO3. Tened mucho cuidado con las medidas, son muy críticas, pedid que os las hagan en una balanza de precisión en una farmacia.
El siguiente paso consiste en taponar un extremo de la probeta. Para ello se usará silicona o cualquier otro producto neutro. En la parte taponada depositaremos unos 3 cm de líquido, al cual se le agregarán dos gotas de indicador de pH por cada 5 mililitros. El resto de la disolución podemos tirarlo, se ha preparado una cantidad tan grande para minimizar los errores de concentración.
Pintar la parte posterior de la probeta de blanco es muy recomendable, aunque no necesario. Simplemente facilitará la valoración del color del líquido de prueba.
Sólo queda sumergir la probeta en el acuario a media altura pegada a un cristal visible desde el exterior. Esta probeta debe estar sumergida íntegramente. Si parte quedase al descubierto habría diferencias de temperatura que provocarían una destilación. Esto último es indeseable, ya que alteraría el líquido de prueba.
Medición del CO2
Para saber el CO2 disuelto en el acuario sólo hemos de comparar el color del líquido de prueba con una tabla de colores, la misma del test de pH, y averiguar su valor. Una vez conocido el pH aplicamos la fórmula ppm (mg/l) CO2 = 10^(8,18 - pH) y obtenemos la cantidad de CO2 disuelta. He tabulado las equivalencias en la siguiente tabla.
pH ppm (mg/l) CO2
7.4 6
7.2 10
7.0 15
6.8 24
6.6 38
6.4 60
Si el líquido medidor no tiene la concentración correcta no servirá ni la fórmula ni la tabla dada. No hay problema; simplemente por comparación con un test comercial podremos calibrar nuestro medidor.
El único problema de este medidor es su elevado tiempo de respuesta. En efecto, es incapaz de medir cambios bruscos de concentraciones, pero funciona correctamente con cambios graduales. Aumentando el diámetro de la probeta y disminuyendo la cantidad de líquido indicador la respuesta es más rápida. En un acuario, donde los cambios deben ser lentos, una probeta de un centímetro de diámetro y 10 mililitros de indicador dan una respuesta suficientemente rápida: unas dos horas.
El contenido de oxígeno no disminuye por un aumento del contenido de CO2. Todo lo contrario, con abundancia de CO2, luz y nutrientes las plantas realizan tal cantidad de fotosíntesis que el agua se satura de oxígeno de tal manera que podemos observar finas hileras de burbujas.
Por este motivo no hemos de preocuparnos de la carencia de oxígeno, ya que las plantas producirán de sobra para los peces. Y sin necesidad de desgastar nuestra pobre bomba de aire.
Por la noche el proceso deja de funcionar. Las plantas dejan de producir oxígeno y pasan a consumirlo. Ademas sin luz tampoco son capaces de aprovechar el CO2. Por eso podemos llegar a niveles de oxígeno peligrosamente bajos. Para evitarlo usaremos un piedra difusora con su bomba de aire.
Si después de tres horas de oscuridad los peces boquean en la superficie, sabremos que el nivel de oxígeno es demasiado bajo. Conectaremos la bomba de aire a un reloj programador aireando el agua sin preocuparnos de las plantas, ya que sin luz no asimilan el CO2 sino que lo producen. El reloj lo programaremos para conectarse en cuanto se apagen las luces, desconectándolo una hora antes del encendido de las luces. De esa manera daremos tiempo a que el CO2 alcance una concentración adecuada en el momento de iluminación.
El pH
La inyección de CO2 afecta al pH del agua, ya que en disolución forma ácido carbónico bajándonos el pH a niveles de 5 e incluso inferiores. Sin aportes artificiales este hecho no nos debe preocupar ya que las concentraciones son demasiado bajas para provocar cambios drásticos de pH. Cuando lo inyectamos es un motivo a tener muy en cuenta.
En resumen. Suprimiendo la aireación podemos alcanzar concentraciones de CO2 cercanas a las ideales sin preocuparnos de la bajada de pH o de alcanzar concentraciones tóxicas. Es una forma sencilla y gratuita de estimular el crecimiento de nuestras plantas.
FABRICA TU CO2
Existen varios motivos para añadir CO2 en el acuario. Principalmente nos proporciona un método sencillo e inocuo de bajar el pH y principalmente aumenta espectacularmente el crecimiento de las plantas. Hay que tener en cuenta que no es una panacea, las plantas necesitan principalmente luz y nutrientes, y mientras que no los tengan el CO2 no lo podrán aprovechar. También hay plantas, como la de la fotografía, que difícilmente pueden sobrevivir sin un aporte extra de CO2.
El problema es que los inyectores de CO2 son caros. Os propongo un método sencillo y económico de fabricarlo e inyectarlo.
Producir CO2
El método más sencillo de producir CO2 es por fermentación. La levadura es capaz de transformar el azúcar en alcohol y dióxido de carbono. Este último será lo que aprovecharemos resistiendo la tentación de bebernos el alcohol. Para ello necesitaremos:
• Una botella de refresco de 2 litros.
• Un canutillo de PVC flexible. Vale perfectamente el del aireador.
• Pegamento o silicona.
• Una cucharada pequeña de levadura. Necesariamente ha de ser levadura de panadería, Maizena tiene una. No valen levaduras químicas. Si tienen bicarbonato, es indicación de que no valen.
• Azúcar. Vale cualquiera, la más barata del supermercado.
• Agua del grifo.
Perforamos el tapón de la botella de refresco y introduciremos el canutillo de PVC en el orificio, el orificio ha de ser más pequeño que el tubo, para que entre a presión y no haya pérdidas. Sellamos la unión con silicona o pegamento para evitar fugas. Una vez seco preparamos la mezcla descrita a continuación y tapamos. Con ese simple paso concluimos la parte mecánica del asunto. Para preparar la mezcla que producirá el CO2 seguiremos estos pasos:
1. Añadimos un litro de agua templada en la botella.
2. Añadimos 1 vaso de azúcar, tapamos y agitamos hasta disolverla.
3. Disolvemos en un vaso de agua fría una cucharada pequeña de levadura.
4. Añadimos la levadura a la botella.
5. Rellenamos con agua fría hasta 4 centímetros de la boca.
Como véis es sencillo. Ahora se trata de ir variando las proporciones para obtener burbujas de CO2 durante el mayor tiempo posible. Las burbujas las contamos al día siguiente y debe producir una burbuja cada 3 ó 7 segundos. La producción se para porque se agotan los nutrientes (el azúcar) o la levadura se muere por el exceso de alcohol en la mezcla. Por tanto:
• Aumentar la cantidad de azúcar aumenta el tiempo. Después de un cierto límite más azúcar no incrementa la duración.
• Aumentar la cantidad de levadura aumenta la frecuencia de las burbujas, pero disminuye la duración.
• Aumentar la temperatura también aumenta la frecuencia de las burbujas y disminuye la duración.
• Aumentar la capacidad de la botella puede operar en ambos sentidos.
• El pH también tiene influencia, aunque desconozco el pH ideal.
Disolver el CO2
La dificultad del asunto consiste en la forma de disolver el CO2 producido en el agua del acuario. Si simplemente introducimos el CO2 producido dentro del agua del acuario, este escaparía rápidamente hacia la superficie y el CO2 que lograríamos disolver sería prácticamente nulo. Es preciso idear un sistema que nos permita disolver el CO2 producido sin que escape a la superficie.
El método más sencillo consiste en inyectar las burbujas a la entrada de la bomba del filtro. Este las romperá fínamente permitiendo la disolución dentro del filtro. Otra forma consiste en depositarlas en un campana invertida, haciendo pasar por ella el retorno del filtro. Finálmente podemos preparar un dispositivo de almacenamiento descrito en mejoras del CO2.
En cualquier caso, necesitamos que el CO2 permanezca en el acuario. Para eso recomendamos seguir el artículo CO2 gratis.
Exceso de CO2
Con este método casero es imposible controlar la cantidad de CO2 que inyectamos. Por eso recurriremos a la siguiente tabla para garantizar que la concentración no alcance valores tóxicos. Variaremos las condiciones para asegurarnos que el nivel no llege a 40 mg/l. No se os ocurra usar una llave de aire para regular el caudal de CO2 pues la presión podría reventar la botella poniéndolo todo perdido.
CONTENIDO DE CO2 EN MILIGRAMOS POR LITRO
KH\pH 6.0 6.2 6.4 6.6 6.8 7.0 7.2 7.4 8.0
0.5 15 9.3 5.9 3.7 2.4 1.5 0.9 0.6 0.2
1.0 30 19 12 7 5 3 1.9 1.2 0.3
1.5 44 28 18 11 7 4 2.8 1.8 0.4
2.0 59 37 24 15 9 6 4 2.4 0.6
2.5 73 46 30 19 12 7 5 3 0.7
3.0 87 56 35 22 14 9 6 4 0.9
3.5 103 65 41 26 16 10 7 4 1.0
4.0 118 75 47 30 19 12 6 5 1.2
5.0 147 93 59 37 23 15 9 6 1.5
6.0 177 112 71 45 28 18 11 7 1.8
8.0 240 149 94 59 37 24 15 9 2.4
10 300 186 118 74 47 30 19 12 3
15 440 280 176 111 70 44 28 18 4
Otro efecto de la inyección de CO2 es la bajada de pH. Como todos sabéis el pH es mucho más estable con un dureza carbonatada (KH) alta. Por eso mantendremos esta dureza en el valor más alto posible, según refiere la tabla. Esto también es muy importante pues en caso contrario la cantidad disuelta será siempre muy baja. La posible variación de pH debemos medirla y controlarla manualmente. En cualquier caso, para controlar la cantidad disuelta se recomienda construir un test de CO2
Cuidado con los valores de dureza y acidez. Los peces tienen sus necesidades específicas, pudiendo variarlas dentro de un margen. En cualquier caso las variaciones han de ser muy lentas.
MEJORAS DEL CO2 CON LEVADURA
Las bondades del sistema de levadura son varias: principalmente, que no hay que hacer un desembolso económico importante para adquirir el equipo comercial, y segundo que no tienes que ir de un lado para otro con tu bombona vacía, como parece que les esta ocurriendo a algunos, para ver donde te la cargan teniendo que, nuevamente, pasar por taquilla.
El principal inconveniente de la levadura, es que una vez que se inicia la reacción química de descomposición del azúcar, eso no hay quien lo controle por lo que, conforme la levadura se multiplica la generación de gas aumenta, y a medida que desciende el volumen de azúcar y se acidifica la mezcla, el caudal de CO2 disminuye hasta que el total de la levadura muere por coma etílico.
Esto nos puede ocasionar dos problemas concretos:
1. Que en el momento alto de la generación de CO2 estemos inyectando más CO2 del que las plantas absorben, y podemos llegar a parámetros tóxicos para los peces. Este riesgo aumenta por las noches.
2. Si por la noche desconectamos la tubería de CO2 del cuello de la botella para no correr riesgos, estamos perdiendo y lanzando a la atmósfera un gas precioso que estamos generando con nuestro azúcar y nuestra levadura, ya que la generación no se puede controlar, ni parar, y si se nos olvida desconectar podemos llegar durante la noche a alcanzar niveles tóxicos igualmente.
Descripción del sistema
La primera parte consiste en regular el caudal de gas carbónico que inyectamos en el acuario. Para ello solo lo podemos realizar de una forma, poniendo una válvula estranguladora en el tubo, y ajustar el número de burbujas/minuto, a lo que nos interese, pero ¿Qué hacemos con el excedente de gas? Evidentemente si todo el CO2 generado no se puede escapar a nuestro acuario la presión dentro de la botella aumentará hasta reventarla. Para que esto no ocurra a la salida del tapón de la botella colocaremos un racor con forma de T para que el gas tenga dos salidas, una al acuario y otra a un GLOBO de goma como los de los niños. El excedente de gas se ira acumulando en el globo que es mucho más flexible que la botella, así que esta no correrá ningún riesgo. Cuando la reacción disminuye o incluso finaliza el globo permitirá seguir abonando durante un tiempo con el mismo caudal de burbujas. Si durante el transcurso de la reacción vemos que el globo toma unas dimensiones peligrosas, siempre podemos quitar el tubo y dejar escapar un poco de gas.
Costo: 1 globo 0.03 €, racor en T 0.6 € quizá menos, estrangulador 3 €.
Automatizar la inyección de CO2
Ahora podemos automatizar la inyección de CO2 pues ya disponemos de un pulmón de almacenaje. Esta parte también servirá para los equipos de bombona. La idea es desvincularnos totalmente de la puesta en marcha y parada del equipo de CO2 sea de la naturaleza que sea.
Como la inyección solo ha de realizarse cuando la luz esta encendida necesitaremos, o bien un programador similar al de la luz del acuario, o el propio programador de la luz. Esta ultima opción no nos permitirá gobernar las dos cosas por separado, (yo tengo uno para cada cosa). Intercalaremos una electroválvula, que en neumática se denominan 3/2 vías normalmente cerrada, es importante que esta válvula sea de las llamadas de acción directa y que funcione a la tensión que tenemos en casa (en España 220 Volts). Es importante la acción directa ya que la mayoría de las electroválvulas que funcionan en sistemas industriales son servopilotadas osea que emplean la presión de red para abrirse o cerrarse, y necesitan en torno a los dos bar para que funcionen, esta presión es mucho mayor de la que genera nuestro reactor de CO2. También podríamos emplear válvulas especiales para trabajar en vacío, que no necesitan presión de red, pero son enormemente caras. Bueno que me voy, la tenemos que intercalar entre la botella y el contador de burbujas, de tal forma que cuando accionemos la electroválvula por medio del programador, que habremos programado en relación a las horas de iluminación del acuario, esta abrirá y dejará pasar el CO2 con el caudal que nos limita el estrangulador que hemos puesto en el paso primero. Por la noche esta válvula deberá estar en reposo y así no pasará gas al acuario, el generado durante la noche se acumulará en el globo. Yo he intercalado pequeños descansos en el proceso de la válvula, esto viene bien para que la bobina que acciona la válvula se enfríe, ya que con el uso normal se calienta. Esta válvula puede costar de 5 a 8 mil pesetas y la pueden comprar en cualquier suministro industrial, o almacén de Neumática e Hidráulica.
INYECCIÓN DE CO2 CON BOMBONA
Ya sabemos lo beneficioso que es la inyección de CO2 (dióxido de carbono ó anhídrido carbónico) para las plantas acuáticas. hay muchos sistemas de suministrar CO2 a un acuario, pero quiza la mas profesional sera la inyecion con bombona.
La inyeccion con bombona nos asegura una regulación precisa de la cantidad de CO2 inyectado. Tambien nos dara una larga duración -hasta seis meses- sin ningun tipo de mantenimiento.
Materiales
• Bombona. Una bombona de CO2 o un extintor en deshuso. Mira la pegatina de cualquier extintor y tendras el telefono de donde los venden en tu localidad.
• Regulador de presión. Podras encontrarlo en tiendas de equipos de soldadura.
• Dos manómetros. Compralos en empresas de extintores.
• Llave de tornillo micrométrico. Es una llave que permite un ajuste muy fino.
• Valvula eléctrica. Cómprala en tiendas de repuestos de electrodomesticos.
Descripción del equipo y funcionamiento
Garrafa: Es una bombona que contiene el CO2.
Regulador de presión: Similar a las que se utilizan en equipos de soldadura autógena. Debe ser lo más preciso posible para que la presión en la cámara de baja se mantenga en el valor deseado en forma constante. Por tanto es recomendable usar uno de doble cámara.
Manometro de alta: Nos indica la presión de la botella de CO2, lo cual nos dara una idea de cuando esta casi vacía. Cuando esta llena la presión está en el orden de 60 a 70 Kg/cm2.
Manometro de baja: Nos indica la presión en la cámara de baja, esta presión debe ser del orden de los 0,8 a 1,5 Kg/cm2, dependiendo del tipo de elemento que regulará la cantidad de burbujas. Hay reguladores que incorporan los dos manómetros.
Válvula eléctrica: Va conectada a los fluorescentes. Esto nos permite desconectar la inyección de CO2 cuando se apagan las luces. Recuerda que sin luz las plantas no son capaces de aprovechar el CO2. De esta manera la botella de CO2 nos dura el doble y tendremos menos oscilaciones de pH. Si quieres, puedes prescindir de esta válvula.
Tornillo micrométrico: Es el encargado de recibir el CO2 que viene de la cámara de baja y regular la salida del gas hacia el circuito que lo llevará al acuario. Este es un tornillo de paso fino que trabaja como una canilla (Llave 3) pero permite hacer una regulación precisa sobre la cantidad de burbujas que pasarán al acuario.
Contador de burbujas: Es necesario conocer el flujo de CO2 que ponemos en el acuario, un método práctico es el de contar la cantidad de burbujas por minuto que suministramos. Su construcción es muy sencilla, un tubo de ensayo, un tapón de goma y dos tubos de vidrio de 5 mm de diámetro como se ve en la figura. Este contador también sirve como lavadero del gas.
La inyección
En primer lugar abrimos la llave 1 a tope, permitiendo de esta forma que el gas salga de la bombona y entre en el circuito. A continuacion con la llave 2 regulamos la presión hasta que el manómetro de baja marque entre 0,8 y 1,5 Kg/cm2. Finalmente regulamos la llave 3 hasta tener el numero de burbujas deseado.
Los flujos de CO2 generalmente utilizados están entre 60 a 120 burbujas/minuto, dependiendo de la cantidad de plantas que tenga el acuario y la capacidad del mismo.
La mejor forma de inyectar el CO2 es mezclarlo finamente con el agua de nuestro acuario, si ya tenemos funcionando una bomba, sea en un filtro interno o externo como se indica en el diagrama, conectaremos la salida del contador a la entrada de la bomba por medio de una manguerita plástica.
Otros datos
Debe tenerse en cuenta, que el valor del pH varía con la concentración de CO2, entonces si la inyección es continua, durante la noche el valor del pH tenderá a bajar y durante el día a subir. La diferencia del valor del ph entre la noche y el día depende de la dureza temporal KH (dureza de carbonatos) del agua. Suele ser de 2 a 5 décimas de grado.
FABRICA TU TEST DE CO2
Existen diferentes test de CO2 pero son caros y de corta duración. El sistema aquí propuesto barato y sencillo de realizar y nos permitirá tener un indicador constante de la cantidad de CO2 presente en el agua del acuario.
Todos sabemos que inyectar CO2 en exceso acarrea consecuencias negativas. Los peces sólo pueden soportar una cantidad máxima y la acidez puede caer sustancialmente. Por eso te recomendamos la construcción de este medidor.
Principio de funcionamiento
El principio es muy simple. Todo el mundo sabe que el CO2 al disolverse acidifica el agua de forma proporcional a la cantidad disuelta. Mediante este mecanismo, la concentración de CO2 en el líquido medidor y en el acuario es la misma cuando se hallan en equilibrio.
Partiendo de esta base, y con una disolución valorada, podremos saber la cantidad de CO2 disuelta en el acuario con sólo medir el pH del líquido de prueba.
Materiales
La construcción es muy sencilla y los materiales muy baratos. Todo el material necesario lo podréis encontrar fácilmente. Necesitaremos:
• Una probeta en forma de U. La forma exacta y tamaño carecen de importancia.
• Unas gotas de test de pH. El test debe tener la mayor precisión posible.
• NaHCO3. Se puede encontrar en farmacias o laboratorios.
• Un litro de agua destilada. Puede encontrarse en los supermercados.
Montaje
Lo primero que hemos de hacer es el liquido medidor. Para eso disolveremos en un litro de agua destilada 0.119 gramos de NaHCO3. Tened mucho cuidado con las medidas, son muy críticas, pedid que os las hagan en una balanza de precisión en una farmacia.
El siguiente paso consiste en taponar un extremo de la probeta. Para ello se usará silicona o cualquier otro producto neutro. En la parte taponada depositaremos unos 3 cm de líquido, al cual se le agregarán dos gotas de indicador de pH por cada 5 mililitros. El resto de la disolución podemos tirarlo, se ha preparado una cantidad tan grande para minimizar los errores de concentración.
Pintar la parte posterior de la probeta de blanco es muy recomendable, aunque no necesario. Simplemente facilitará la valoración del color del líquido de prueba.
Sólo queda sumergir la probeta en el acuario a media altura pegada a un cristal visible desde el exterior. Esta probeta debe estar sumergida íntegramente. Si parte quedase al descubierto habría diferencias de temperatura que provocarían una destilación. Esto último es indeseable, ya que alteraría el líquido de prueba.
Medición del CO2
Para saber el CO2 disuelto en el acuario sólo hemos de comparar el color del líquido de prueba con una tabla de colores, la misma del test de pH, y averiguar su valor. Una vez conocido el pH aplicamos la fórmula ppm (mg/l) CO2 = 10^(8,18 - pH) y obtenemos la cantidad de CO2 disuelta. He tabulado las equivalencias en la siguiente tabla.
pH ppm (mg/l) CO2
7.4 6
7.2 10
7.0 15
6.8 24
6.6 38
6.4 60
Si el líquido medidor no tiene la concentración correcta no servirá ni la fórmula ni la tabla dada. No hay problema; simplemente por comparación con un test comercial podremos calibrar nuestro medidor.
El único problema de este medidor es su elevado tiempo de respuesta. En efecto, es incapaz de medir cambios bruscos de concentraciones, pero funciona correctamente con cambios graduales. Aumentando el diámetro de la probeta y disminuyendo la cantidad de líquido indicador la respuesta es más rápida. En un acuario, donde los cambios deben ser lentos, una probeta de un centímetro de diámetro y 10 mililitros de indicador dan una respuesta suficientemente rápida: unas dos horas.
- Dalilo
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Hola!
Esta interesante, es bueno siempre colocar la fuente de los articulos http://www.geocities.com/acuariogratis/ ... uario.html
Salu2., Dalilo
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